José Enrique de Ayala Marín: «Habrá otro ataque yihadista, seguro. Solo falta saber la fecha»

Francisco Espiñeira Fandiño
FRANCISCO ESPIÑEIRA REDACCIÓN / A CORUÑA

INTERNACIONAL

«Además de la acción militar, es necesario tomar medidas a largo plazo para evitar ataques», dice

30 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El general de brigada, ya retirado, José Enrique de Ayala Marín (Burgos, 1948) fue segundo jefe de la División Multinacional Centro Sur de Irak entre enero y mayo del 2004. Ejerce como analista de política internacional y seguridad en la Fundación Alternativas y tiene claro que la amenaza de un ataque islámico radical en Europa es permanente. «Estábamos más que alerta sobre la posibilidad de un atentado en Bruselas. Y más concretamente en su aeropuerto. Y ha sido imposible de evitar», afirma.

-¿Se puede cuantificar el riesgo de un nuevo atentado de islamistas radicales en Europa?

-El riesgo sigue existiendo. Es una obviedad. Los ataques de París y Bruselas han llegado en un clima de extrema vigilancia, pero hay que ser conscientes de que es imposible controlar a todas las células yihadistas.

-¿Se puede predecir dónde?

-No. Un nuevo atentado no es posible, es seguro que ocurrirá. Solo falta por saber cuándo.

-Los servicios secretos franceses hablaban la pasada semana de un 11S europeo, con la posibilidad de atacar varios objetivos de forma simultánea.

-En estos momentos, esa posibilidad la veo demasiado compleja. Lo que sí puede haber es un gran atentado y lo importante es evitar que los terroristas puedan tener acceso a armas de destrucción masiva, nucleares o químicas, que podrían multiplicar los daños en caso de utilizarse.

-¿Tiene esos recursos el EI?

-Ahora mismo no, pero no es descartable que los consigan en un futuro próximo.

-Se ha cuestionado mucho la falta de coordinación de los países europeos ante la amenaza.

-Es obvio que ha habido fallos que han propiciado que los terroristas hayan podido golpear dos veces en apenas cinco veces. Pero la Unión Europea ha tomado conciencia del peligro y ya se están poniendo en marcha medidas para que no se repita.

-¿Cuáles son esas medidas?

-Pues el registro de pasajeros, la creación a través de Europol de un servicio europeo de inteligencia, la mejora en los intercambios de información, el incremento aprobado en Francia de cinco mil nuevos gendarmes y dos mil quinientos nuevos agentes de inteligencia... Son medidas complejas de tomar y más difíciles de implementar, porque llevan un tiempo, pero se están haciendo las medidas correctas.

-Hay expertos que consideran que los ataques europeos en Siria e Irak han acelerado los atentados como represalia.

-Es obvio que la mala gestión de la posguerra de la segunda guerra del Golfo ha generado el Estado Islámico. Con Sadam Huseín, Irak era un estado laico y no había movimientos terroristas. La decisión de no contar con ninguna de las personas ni instituciones del antiguo partido Baaz dejó en la calle a miles de personas armadas y con arsenales al alcance de la mano. También llegaron los combatientes extranjeros y los radicales pudieron captar nuevos aliados con los que lanzar su batalla contra Occidente.

-Hay analistas que piden retirar las tropas y aviones.

-Occidente no puede mirar para otro lado. Tenemos que combatir a los radicales terroristas donde estén para que no nos devoren.

-¿Basta con la acción militar?

-No. Primero debemos combatir en Siria e Irak y en todos aquellos sitios que puedan suponer una amenaza, como Libia o el Sahel, pero luego hay que tomar otras medidas a largo plazo que eviten la radicalización por causas culturales, políticas o económicas. Por ejemplo, la educación, con una campaña a todos los niveles que frene la propaganda islamista, con especial atención a los jóvenes que se encuentran en riesgo de caer en la marginalidad. Los últimos terroristas no son radicalizados islamistas, sino gente que actúa por odio al sentirse desplazados de la sociedad que les rodea, con un conocimiento de su religión más bien escaso y aprovechados por sus captadores para atentar.

«España no está en la primera línea del peligro, pero el riesgo cero no existe»

José Enrique de Ayala vivió el atentado del 11M en Irak. Fueron muchos los que identificaron aquellas bombas con el papel de España en la guerra del Golfo. «Sinceramente creo que España no está en estos momentos en la primera línea de peligro, pero conviene no bajar la guardia, porque el riesgo cero no existe. En ningún sitio del mundo», afirma.

-¿Qué ha cambiado con respecto a los atentados de Madrid?

-Muchas cosas. España tiene mucha gente dedicada a labores de inteligencia. Hasta el 2004, ETA era la principal amenaza y la prioridad, pero desde el 11M son muchas las personas que se han volcado en contener el peligro islamista. De hecho, los últimos años han sido detenidas 116 personas consideradas terroristas. ¿Cuántos atentados se han evitado con eso? Muchos. Seguro.

-Tampoco hay muchos retornados del frente de guerra.

-En España calculamos que unos cuarenta, un porcentaje mucho menor que en otros países de nuestro entorno. Pero es imprescindible tenerlos vigilados, porque son personas radicalizadas, con formación militar y posibilidades de atentar.

-Sobre Irak, hay expertos que consideran necesario crear un estado suní -la minoría que sustenta al Estado Islámico- para evitar roces con los chiíes.

-No me parece que sea necesario. Es cierto que las fronteras en Oriente Próximo se hicieron con criterios impuestos desde Occidente tras la I Guerra Mundial, pero la multiculturalidad es una constante en todos los países del mundo en estos momentos.