Yemen, al borde de la hambruna un año después de los bombardeos árabes

REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

KHALED ABDULLAH | REUTERS

Multitudinarias concentraciones en la capital, Saná, piden el fin de los ataques

27 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Al cumplirse el primer aniversario del inicio de los bombardeos de la coalición internacional liderada por Arabia Saudí contra los rebeldes hutíes, en Yemen la situación de población es desesperada. El coordinador de Naciones Unidas en Yemen, Jamie McGoldrick, cifra en más de 20 millones de personas, el 80 % de los yemeníes, los necesitados de ayuda humanitaria. Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, 13 millones de personas, la mitad de la población de Yemen, «están en situación de emergencia, que es el nivel anterior a la hambruna», y solicitaron ayudas para alimentos.

En Saná, donde muchos yemeníes se refugiaron tras ver destruidos sus hogares por los bombardeos, cientos de personas hacen cola durante horas para conseguir los cupones que aseguran a cada familia de seis miembros trigo, legumbres, aceite vegetal, sal y azúcar. Sin embargo, estos alimentos solo cubren las necesidades durante unos días. «Nos gustaría que nos dieran raciones para todo el mes, no solo para la semana o para cinco días», ha lamentado un residente de la capital, bajo control hutí.

Los enfrentamientos entre la coalición y los hutíes, que tomaron Saná en septiembre del 2014 y expulsaron al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, desplazaron a unos 2,3 millones de personas desde que la coalición internacional liderada por Arabia Saudí inició hace un año un operativo aéreo para tratar de restaurar a Hadi en el poder y frenar el avance de los rebeldes chiíes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) cuantificó los «devastadores» efectos del conflicto hasta la fecha en 6.400 muertos, la mitad civiles, y más de 30.000 heridos. La oenegé apunta que el 25 % de las infraestructuras sanitarias no funcionan y las que siguen operativas «trabajan lejos de su nivel óptimo».

Tregua anunciada

«Los yemeníes apreciamos la ayuda humanitaria, pero lo que realmente necesitamos es el fin de la guerra», afirma uno de los solicitantes de cupones.

Tras varias rondas de conversaciones bajo mediación de la ONU fracasadas, la última en diciembre pasado, pocos días antes del primer aniversario de la ofensiva el enviado especial de la ONU en Yemen, Ismail Ould Sheij Ahmed, pudo anunciar una tregua que comenzará la medianoche del 10 de abril y el inicio de negociaciones el próximo 18 de abril en Kuwait. La retirada de grupos armados, el restablecimiento de la seguridad, la vuelta al diálogo y el establecimiento de un sistema judicial con garantías centrarán las conversaciones.

Miles de yemeníes se manifestaron ayer en la capital, Saná, para denunciar los bombardeos árabes. «Juntos contra la tiránica agresión saudí», rezaba una gran pancarta, mientras la aviación aliada sobrevolaba el lugar rompiendo la barrera del sonido para mostrar su fuerza, iniciados hace un año. El Congreso General del Pueblo, el partido del expresidente Alí Abdalá Saleh, un aliado de los insurgentes, convocó la concentración, en la que el exmandatario pidió «un diálogo directo» con Riad y que el Consejo de Seguridad ordene un embargo de armas al régimen saudí. Saleh rechazó el regreso al poder del presidente Hadi.

En otra manifestación en Saná, el jefe insurgente, Abdel Malik al Hutí, se comprometió con la tregua, pero advirtió de que su grupo «resistirá» si la coalición árabe continúa bombardeando.