Los gibraltareños ven con terror la posibilidad del «brexit»

Marianne BARRIAUX GIBRALTAR / AFP

INTERNACIONAL

JORGE GUERRERO | afp

Los habitantes del peñón temen que la salida de la Unión Europea suponga la vuelta a los controles fronterizos y la pérdida de empleos

27 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Es temprano y el sol, todavía bajo, ilumina la hilera de coches que esperan a cruzar al Reino Unido... o, mejor dicho, a Gibraltar, donde la posibilidad de un brexit ha hecho saltar todas las alarmas. En este peñón habitado por 33.000 personas, donde son habituales el fish and chips y los autobuses rojos de dos pisos, se ve con temor el referendo convocado para junio. En juego está una economía basada en los servicios, que en gran parte se sustenta en el acceso al mercado único europeo y amenaza una contienda por su soberanía con España. «Me preocupa mucho que esto haga insostenible nuestro modelo económico actual», dice el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, desde el blanco edificio del Gobierno, en el centro de la ciudad.

El territorio, de la mitad de extensión que el menor de los distritos londinenses, vive del turismo, los servicios financieros, las apuestas en línea y los servicios portuarios; en el último curso financiero, y en contra de la tendencia de la regional, creció alrededor de un 10,3 %. Parte de su atractivo para los inversores extranjeros reside en su baja fiscalidad combinada con su pertenencia a la UE, lo que permite a las empresas operar desde el peñón en cualquier país de la UE sin trabas administrativas.

Cerca de la sede gubernamental, una multitud pasea por la calle Principal, llena de tiendas, entre ellas el típicamente británico Marks & Spencer, y los turistas se fotografían en las cabinas telefónicas rojas. Muchos acceden desde La Línea de la Concepción, reflejo habitual de las disputas entre Londres y Madrid. Tras años de tira y afloja, las relaciones se tensaron de nuevo a raíz del contrabando fronterizo y las acusaciones a Gibraltar de ser un paraíso fiscal.

Desesperado

Durante el conflicto por las aguas en disputa, las autoridades españolas reforzaron los controles fronterizos en el 2013, provocando largos atascos y forzando a la Comisión Europea a actuar para rebajar la tensión. Muchos temen que esto ocurra de nuevo si el Reino Unido sale de la UE. «Más de la mitad de nuestros clientes son gente que cruza la frontera», dice Isaac Batista, que trabaja en una licorería de Main Street, donde los cigarrillos y el alcohol son muchos más baratos que en España. «Si la frontera cierra, será muy diferente», añade, no solo para los comerciantes, sino también para los 10.000 trabajadores que acuden todos los días a trabajar al peñón.

Son gente como Manuel Márquez, empleado en una fábrica del puerto que cada día, junto a su mujer, María del Carmen, limpiadora, viene en motocicleta desde La Línea. De 57 años, Manuel recuerda estar esperando hasta nueve horas en el 2013 para volver a casa. Por protestar, además, recibió dos multas. «Estaba desesperado [...]. Éramos miles de personas que estábamos allí trabajando, sufriendo», dice sentado en un restaurante de comida rápida.

Pero para Juan Franco, alcalde de La Línea de la Concepción, la mayor preocupación es el impacto de un posible brexit en la economía de Gibraltar.

El desempleo en su municipio de 72.000 habitantes es del 40 %, uno de los mayores de España, y la mayoría de los que trabajan lo hacen al otro lado de la frontera. «Si Gibraltar deja de crear empleo, será un problema serio para nuestra ciudad».