Los nuevos atentados cuestionan la eficacia de la seguridad europea

Francisco Espiñeira Fandiño
Francisco Espiñeira A CORUÑA / LA VOZ

INTERNACIONAL

NICOLAS MAETERLINCK | AFP

Numerosos países piden más controles y el fin del espacio Schengen, al tiempo que se dispara el temor a una ola ultra

23 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La Unión Europea se ha convertido en objetivo prioritario de la acción de los terroristas islamistas radicales por el eco que obtienen todos sus atentados. En los últimos quince meses ha habido acciones suicidas o ataques masivos en lugares como Malí -el pasado lunes fue atacado el hotel en el que se alojan los militares de la misión de la UE-, Costa de Marfil, Turquía, el Chad o Burkina Faso. En varios casos, con más muertos que los registrados el martes en Bruselas. Pero la vieja Europa se convierte en una caja de resonancia a nivel mundial cuando sufre en primera línea el golpe del terror, bien sea en su propio territorio, como en Madrid, Londres o París, o a través de sus ciudadanos, como el sufrido por decenas de turistas alemanes e ingleses en las playas de Túnez.

Ese carácter de altavoz no es nuevo. Figura en los manuales de terrorismo islamista desde finales de la década de los 90. Osama Bin Laden fue el primero en poner a los occidentales en su punto de mira como represalia por su papel en la guerra de Afganistán. El impacto de dos aviones contra las Torres Gemelas de Nueva York es una de las imágenes icónicas del fin de la burbuja de seguridad de Estados Unidos. Y el principio de una ofensiva que no conoce fronteras. Según los datos manejados por distintos organismos internacionales, desde el ataque de París, hace poco más de cuatro meses, se han registrado más de veinte ataques de componente yihadista en todo el mundo, con el aterrador saldo de más de cuatrocientas personas fallecidas.

¿Se pueden evitar los atentados islamistas?

Los grandes ataques de los últimos años demuestran que no. «Debemos prepararnos para convivir con este tipo de acciones durante los próximos años», declaraba el martes un experto en yihadismo internacional pocos minutos después de que el terror sacudiera el corazón de la Unión Europea. La voluntad de matar de los suicidas es imposible de predecir. Bruselas se encontraba bajo la máxima alerta tras los sucesos de París del pasado año, con el ejército patrullando las calles y la policía multiplicando su presencia y vivió el peor atentado de su historia.

¿Hay que reponer las fronteras interiores dentro de la UE?

Tras el ataque terrorista a Charlie Hebdo, Francia exigió a sus socios comunitarios la reforma inmediata del tratado de Schengen, que elimina las fronteras interiores y permite la libre circulación de los ciudadanos europeos. Los galos reclamaban la derogación del artículo 7.2, que impide a los países adscritos establecer controles sistemáticos en las fronteras externas de la Unión Europea para los ciudadanos comunitarios. Esa medida, que contaba con el respaldo de muchos otros países centroeuropeos, no llegó a aplicarse, aunque sigue sobre la mesa, especialmente con el conflicto de los refugiados de la guerra de Siria. El martes mismo, las imágenes de la frontera entre Francia y Bélgica, un punto caliente tras los atentados de París cometidos por varios ciudadanos de nacionalidad belga, mostraba una completa ausencia de controles y la libre circulación de viajeros entre los dos países.

¿Recrudecerá la guerra en Siria el ataque sufrido en Bruselas?

Tras el atentado de París, la primera reacción de Francia fue sumarse a la coalición internacional que estaba efectuando bombardeos en Siria e Irak para frenar el avance del llamado Estado Islámico. No es el caso de Bélgica, cuya singular composición política y demográfica limita de forma evidente los recursos para hacer frente a operaciones en el extranjero. Habrá que ver, no obstante, cómo puede afectar este nuevo escenario al papel de terceros implicados, como Francia o EE.UU., justo en el momento en el que Rusia ha anunciado el final de sus operaciones «oficiales». El mediador de la ONU en las negociaciones de paz para Siria, Staffan de Mistura, dijo que la solución política del conflicto en Siria «permitirá a la comunidad internacional concentrarse en la lucha contra el terrorismo». «La tragedia en Bruselas se convierte en un elemento adicional que nos recuerda que no hay tiempo que perder. Si todo comenzó en una parte de Irak y ahora en Siria, la mejor fórmula para combatir el terrorismo es encontrar una solución para Siria, basada en una transición política», dijo De Mistura. En todo caso, Bélgica, como socio de la OTAN, no ha pedido a sus aliados ningún tipo de respuesta armada en terceros países.

¿Por qué el islamismo radical golpea contra los medios de transporte?

Los grandes ataques contra Europa han afectado a los medios de transporte terrestre: el tren de cercanías en Madrid y el metro en Londres y Bruselas, aunque en menor medida en París, donde se buscó el daño masivo en dos aglomeraciones de público, como en un partido de fútbol y una sala de conciertos. Su fácil acceso y la falta de seguridad permiten golpear de forma sencilla a cualquier terrorista, sin necesidad de preparación alguna.

¿Habrá nuevas restricciones de seguridad para viajar en Europa?

A partir del 11S en Nueva York, las aerolíneas de todo el mundo introdujeron controles adicionales, limitaron el uso de líquidos y reforzaron la seguridad interior. A raíz del 11M, España elaboró diversos protocolos para mejorar el control en los accesos a los centros neurálgicos industriales y de infraestructuras. Es de prever que se actualicen todos esos sistemas para adecuarlos a las nuevas amenazas.

¿Cuántos terroristas pueden actuar ya en territorio europeo?

Carolina García Calvo, investigadora del programa Terrorismo Global, calcula que unos cinco mil europeos están enrolados en los distintos grupos islamistas que operan en Siria e Irak. Ese dato, asegura, «alerta del éxito de los programas de radicalización y del fracaso de los sistemas de control». La mayoría de los autores de los últimos ataques en París y Bruselas pasaron previamente por el Estado Islámico, lo que da una idea aproximada del peligro potencial al que se expone Europa Occidental si no logra controlar a los retornados. Los nuevos sistemas de comunicación a través de las redes sociales y el efecto espejo de los últimos ataques también han disparado las alarmas de los equipos de inteligencia europeos.

¿Cómo afectan los nuevos sucesos a los partidos políticos europeos?

Los últimos estudios calculan que 20 millones de musulmanes viven dentro de las fronteras de la Unión Europea. En ciudades como Bruselas y Ámsterdam, el porcentaje de población musulmana supera ya el 30 %. Y es en estos países donde se ha registrado un importante incremento de los partidos de ultraderecha que promueven medidas xenófobas contra esos colectivos. Las últimas oleadas de refugiados procedentes de Siria e Irak no han hecho más que aumentar el tirón de esos partidos en países como Alemania, Chequia o Eslovaquia en un fenómeno que alarma a las formaciones demócratas.