Consideran que la importación sería la más afectada con la salida de la UE
21 mar 2016 . Actualizado a las 08:48 h.«Creo que el Reino Unido está mejor de la Unión Europea, la unión hace la fuerza para las empresas», reconoce el lucense José García, quien lleva 43 años en Londres. Durante más de tres décadas al frente del restaurante Don Pepe, especializado en comida gallega, para García las ventajas de estar en el grupo de los 28 son muchas, pero en especial para la importación.
Es una opinión que comparte Jaime Quiroga, responsable de Just Galician Wines, empresa que importa vinos de diez bodegas gallegas al mercado británico. «Claro que nos puede afectar un brexit, cualquier inestabilidad política nos afecta mucho», dice Quiroga, señalando la devaluación de la libra frente al euro en las últimas semanas. No hay que olvidar que en el 2015 las exportaciones representan el 23,49 % del PIB español.
Desde Pexga, la plataforma empresarial en el exterior de Galicia, su director en el Reino Unido, Emmanuel Bisi, explica la dificultad para predecir un resultado en el referendo del 23 de junio. «Creo que habrá un impacto, pero no muy grande», explica. Enumera cinco posibles escenarios diferentes en caso de brexit, citando el modelo comercial que Londres tiene actualmente con Noruega, Suiza, Islandia, Turquía y Marruecos.
No todos las empresas quieren valorar la situación política actual en la isla, y así lo justifican desde Estrella Galicia: «Como compañía nunca opinamos sobre escenarios políticos o económicos». Una postura neutral que también mantiene Igor Urra, secretario general de la Cámara de Comercio de España en Gran Bretaña. «Es evidente que a corto plazo puede haber un impacto en las decisiones comerciales y de inversión de las empresas en la medida en que el referendo genera incertidumbre sobre el entorno económico futuro», explica a La Voz. En su opinión, es «imposible» determinar los efectos de un posible brexit, ya que dependerá del entorno económico y legal que se derive de esa situación, si bien pronostica que para las empresas españolas ya establecidas las condiciones de mercado «no serán muy distintas de las actuales y en todo caso siempre serán iguales para todas las empresas constituidas en el Reino Unido independientemente de la nacionalidad de su capital».
Firmas de apoyo
Para el responsable de Frank Consulting Ltd, Nacho Morais, la campaña electoral es ya «bastante intensa» pero espera que cobre aún más fuerza tras el 5 de mayo, fecha de las elecciones locales. Morais fue uno de los consejeros delegados que se sumó junto a dirigentes de otras 200 empresas para apoyar la permanencia en la UE, ya que ve la salida «negativa tanto para las españolas como para las británicas».
«Una salida de la UE cambiaría este aspecto obviamente e incluso una solución a la suiza requeriría contratar con socios locales para operar o abrir una subsidiaria», puntualiza Morais.
Steve Coulter, doctor en Política Económica Europea en el London School of Economics, reconoce que Bruselas tiene demasiada regulación y burocracia, pero también se debería hablar de su papel como mayor social comercial del Reino Unido.
La dimisión de un ministro eurófobo fractura aún más a los «tories»
A menos de cien días para el referendo sobre la permanencia del Reino Unido en la UE, al primer ministro David Cameron le crecen los enanos entre sus correligionarios conservadores. La dimisión el viernes del ministro de Trabajo y Pensiones, Iain Duncan Smith, un euroescéptico convencido desde la época del Tratado de Maastricht y un peso pesado del partido, puso de manifiesto las grietas en el Gobierno.
Cameron se mostró «perplejo y decepcionado» por la inesperada salida de Duncan Smith, que argumento su dimisión por el desacuerdo en los recortes en las ayudas a discapacitados. El jefe de Gobierno señaló que Duncan no había levantado la voz en las discusiones sobre la medida.
El premier optó por nombrar rápidamente a un sustituto: el diputado galés Stephen Crabb. Habría elegido a Crabb, criado en un hogar de acogida por una madre sola y maltratada, para evitar que se vea al Gobierno como un grupo de privilegiados y por ello.