Dilma Rousseff resiste en sus horas bajas y se niega a dimitir

Marcela Valente / Colpisa BUENOS AIRES

INTERNACIONAL

EVARISTO SA | AFP

«Nadie tiene derecho a pedir mi renuncia», declaró la presidenta brasileña

12 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Acorralada por peticiones de renuncia, Dilma Rousseff negó ayer que vaya a dimitir por escándalos de corrupción que salpican a su Gobierno y que tienen ahora en el punto de mira a Lula da Silva. «No voy a dimitir», zanjó. El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), la mayor fuerza de la coalición que respalda a la presidenta, decide hoy si rompe con el Gobierno.

«Nadie tiene derecho a pedir mi renuncia», declaró Rousseff a la prensa en respuesta al diario Folha de São Paulo, que había sugerido que estaba «resignada» a irse. «¿Ustedes me ven cara de resignada?», preguntó.

«La prensa tiene que tener cierta responsabilidad por mi trayectoria, mi honradez. Fui presa, torturada y le debo al pueblo brasileño el voto que me dio. No estoy resignada. Pedir mi renuncia es reconocer que no hay base para el impeachment (juicio político)», dijo y desafió a que la juzguen. «Intenten el impeachment y vamos a discutir con la sociedad por qué quieren remover a un presidente electo», advirtió Rousseff, 48 horas antes de las manifestaciones convocadas para pedir su destitución.

Presiones

El artículo de Folha contribuyó a un clima enrarecido que también alimentaron dirigentes del PDMB. El expresidente José Sarney (1985-90), cacique del PMDB, declaró que Dilma «ya cayó» y dijo que solo restan cuatro meses para el juicio político. Dentro del partido, coinciden en que la mandataria se irá y solo discrepan en el plazo, que sitúan entre uno y cinco meses. No obstante, mientras que algunos proponen abandonar la coalición de Gobierno, otros proponen herramientas para un escenario de transición.

Para Dilma, la ofensiva judicial contra Lula «pasó todos los límites». Ante la pregunta de si su antecesor se sumará a su Gobierno, dijo que sería «un gran orgullo», pero se negó a discutir detalles sobre el tema. Lula insiste en que la Fiscalía no tiene base para solicitar su prisión preventiva.