Italia arremete contra los países del Este por su falta de solidaridad

María Signo ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

LOUISA GOULIAMAKI | AFP

Juncker lima asperezas con Renzi y pone a Italia como ejemplo de acogida a los refugiados

27 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El primer ministro italiano, Matteo Renzi, aprovechó su encuentro de ayer en Roma con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, para atacar de nuevo con dureza a los países del Este que cierran las puertas a los refugiados y son reticentes a aceptar el sistema de cuotas propuesto por Bruselas. Renzi aseguró que no se puede «dar la espalda a este problema» y se lamentó de que «no todos están en la misma onda. La solidaridad no puede ser unidireccional. No podemos ser europeos solo cuando hay dinero que recibir». Además pidió que Europa tome medidas «decididas y fuertes» sobre la repatriación y la gestión de los refugiados. «La Unión Europea tiene que ser un faro de civilización», insistió al recordar la foto del pequeño Aylan, muerto en una playa turca: «Los niños siguen muriendo».

Italia, que en los últimos meses vio disminuir la llegada de refugiados a sus costas al cambiar las rutas, se hizo portavoz del malestar de los países del Mediterráneo ante la negativa de algunos socios a aceptar el sistema de cuotas del que Juncker es promotor y por ello solicitó al presidente de la Comisión que «venza el desafío de los países que no tienen la misma sensibilidad».

Por su parte, Juncker elogió la política de inmigración de Italia y aseguró que «mantuvo una conducta ejemplar que debería servir de modelo para otros países». Añadió que, «si todos los países de la UE tuvieran su comportamiento, el problema sería menos grave». El presidente de la CE apeló a los socios comunitarios para que asuman sus responsabilidades en la acogida de los refugiados y recuperen «el camino de solidaridad», porque levantar muros «no resuelve los problemas sino que los amplia». También se comprometió a seguir trabajando en favor de la política de cuotas de redistribución de refugiados.

La reunión entre Renzi y Juncker sirvió para acercar posiciones en lo referente a la política económica de flexibilidad tras las recientes tensiones entre Roma y la UE. El primer ministro italiano volvió a insistir en la necesidad de un cambio en la política de austeridad: «La comisión Juncker habló de flexibilidad en el documento del 13 de enero del 2015 y nosotros lo compartimos, porque queremos siempre mayor flexibilidad», explicó. Renzi confía en que el presidente de la Comisión convenza de la necesidad de un cambio en la política económica a los países defensores de la austeridad, que no ven con buenos ojos la petición de mayor flexibilidad en las cuentas que Italia ha presentado para este año.

Juncker insistió en que, tanto en los temas económicos como en los de inmigración, «hay más puntos de acuerdo que de desacuerdo», aunque reconoció que las posiciones aún son distantes a pesar de los deseos del presidente europeo de «lanzar un puente entre las dos sensibilidades».

Ban Ki-moon dice que las restricciones fronterizas violan las convenciones sobre refugiados

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, preocupado por el creciente número de restricciones fronterizas a los refugiados en los Balcanes, afirmó que las medidas adoptadas por Austria, Eslovenia, Croacia, Serbia y Macedonia incumplen «la convención internacional sobre refugiados» de 1951. Ban es «consciente de las presiones que sienten muchos países europeos», pero hizo un llamamiento a «mantener las fronteras abiertas y a compartir responsabilidades y solidaridad», y evitar así la «situación difícil» de Grecia.

Cupos

Eslovenia, Croacia y Serbia anunciaron ayer que cada país restringiría el cupo de refugiados a los que autorizarían ingresar a sus territorios a 580 por día, un anuncio que sigue a la decisión de Austria, la semana pasada, de introducir un límite diario de 80 solicitantes de asilo y un máximo de 3.200 migrantes autorizados a cruzar cada día.