Rusia advierte de una «nueva guerra fría»

Efe

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Reuters

El primer ministro Medvedev critica a la OTAN por la actitud ante su país en una tensa Conferencia de Seguridad que aborda el conflicto de Siria

13 feb 2016 . Actualizado a las 14:48 h.

El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, ha criticado a la OTAN por la actitud ante su país, que comparó con la de la Guerra Fría, y ha abogado por cooperar para evitar una desintegración de Siria por la influencia del Estado Islámico (EI).

Medvedev ha realizado estas declaraciones al intervenir en la Conferencia de Seguridad Múnich (MSC), el denominado «Davos de la Defensa», que se celebra desde ayer y hasta mañana, con el conflicto de Siria como tema principal.

«A veces me pregunto si estamos en el 2016 o en 1962», aseguró el primer ministro ruso haciendo referencia al momento en que se produjo la crisis de los misiles, uno de los peores momentos de la Guerra Fría.

A su juicio, la OTAN se comporta de manera «no amistosa» frente a Rusia, cuando se debería actuar conjuntamente frente al surgimiento del terrorismo yihadista global, capaz de actuar en cualquier lugar del mundo.

«El terrorismo es un problema de la civilización. Es ellos o nosotros. No hay medias tintas. Hay que poner de lado nuestras diferencias y mostrarnos unidos», aseguró.

Medvedev apuntó que restaurar la confianza es un proceso largo que precisa empezar un diálogo sin requisitos previos, algo a su juicio posible, porque las «diferencias ahora no son tan profundas como hace 40 años».

Uno de los puntos claves donde la comunidad internacional debe cooperar en el la crisis Siria, donde en su opinión «no hay alternativa» al diálogo internacional porque lo esencial es preservar «la unidad» del país y «evitar una nueva Libia o un nuevo Afganistán», algo que sería «catastrófico».

Es «vital» estar de acuerdo en las «cuestiones principales» en torno a la crisis siria, porque este país puede desintegrarse ante el avance yihadista, lo que convertiría el conflicto en una «guerra permanente». «Tenemos un enemigo común y esa debería ser nuestra asunción básica», afirmó.

Respondiendo a las críticas de occidente, el primer ministro ruso aseguró que «no hay ninguna evidencia» de que Rusia esté «bombardeando civiles» en Siria.

Con respecto a las sanciones que Occidente impuso sobre Rusia a causa de la crisis en Ucrania, Medvedev consideró que son «un camino que no lleva a ninguna parte».

Con respecto al conflicto en el este de Ucrania, señaló que los Acuerdos de Minsk son el «mejor instrumento» para poner fin a la crisis, pese a los problemas en la implementación, sobre los que culpó a Kiev por no haber puesto en marcha ni la reforma de la constitución ni la descentralización de la administración.

La MSC se centra en su 52 edición en Siria y las tres vertientes de su crisis -guerra civil, catástrofe humanitaria y Estado Islámico- aunque también pretende analizar otros asuntos como el conflicto en el este de Ucrania, la situación de China, la amenaza del terrorismo yihadista global y las diferencias entre Rusia y la OTAN.

En Múnich están presentes, entre una treintena de jefes de Estado y Gobierno y 70 ministros, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry; el presidente ucraniano, Petró Poroshenko; y el ministro de Asuntos Exteriores iraní; Mohammad Javad Zarif; y el primer ministro francés, Manuel Valls.