Renzi ultima un decreto que permitirá despedir en 48 horas a funcionarios absentistas
INTERNACIONAL
El Gobierno quiere acabar con los abusos dentro de la administración y facilitar un procedimiento que hasta ahora tiene una duración media de 102 días
20 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Primero fueron las imágenes de un policía municipal de San Remo que fichaba la entrada al trabajo en calzoncillos para volver después a su casa. Luego llegaron las de empleados de un museo de Roma, que trabajaban en la frutería familiar o hacían apuestas en horario de trabajo. Acusada de estar llena de recomendados y holgazanes, la administración pública italiana no goza de muy buena imagen y el primer ministro Matteo Renzi se apresura a tomar medidas para acabar con el absentismo injustificado. Su Ejecutivo ha preparado un decreto que aprobará el miércoles y que permitirá el despido «en solo 48 horas» de los funcionarios cogidos in fraganti fuera de su puesto laboral. Serán suspendidos de empleo y sueldo mientras se prepara el despido y se lleva el caso a la justicia para estudiar posibles daños al erario público. El castigo se extenderá al jefe que no abra el expediente ya que también podrá ser «mandado a casa».
El Gobierno quiere acabar de este modo con los abusos dentro de la administración y facilitar un procedimiento que hasta ahora tiene una duración media de 102 días y que, además, no en todos los casos llega al despido. De siete mil expedientes disciplinarios abiertos el pasado año tan solo han sido expulsadas poco más de 200 personas, de las cuales un centenar fue por absentismo. La novedad con respecto a la ley vigente es la reducción del tiempo de actuación y la obligación del dirigente público a llevar adelante el caso sin temor, como ocurre ahora, a responder por despido improcedente en caso que el tribunal así lo decida.
Estas medidas forman parte de un paquete más amplio que prepara la ministra de Administración Pública y que incluyen, entre otros aspectos, mejoras en el control de los falsos enfermos que pasará a ser competencia de un solo ente sanitario. El anuncio de Renzi para agilizar el despido de los funcionarios no ha sido bien acogido entre los sindicatos que han insistido en que «las normas ya existen», por lo que han acusado al primer ministro de «propaganda».
Antes de la entrada en vigor de estas normas, el ayuntamiento de San Remo había despedido a cuatro de los trabajadores que en octubre fueron filmados abandonando el puesto de trabajo después de haber fichado. Han sido acusados de engaño agravado y continuado al Estado y acto público falso. En aquella ocasión fueron suspendidas del empleo 48 personas de las que 35 fueron arrestadas.
Renzi mantiene, por cierto, un duro pulso con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, al que pide mayor flexibilidad fiscal y respaldo en el problema de la inmigración. Tras las acusaciones del luxemburgués diciendo que Renzi critica a Europa sin justificación, el martes el italiano le respondió. Defendió el «nuevo protagonismo» de su país y su plan de reformas. «Italia se ha vuelto más sólida y ambiciosa» frente a quien la quiere ver «entre los más débiles y marginales, como ocurrió en el pasado».