Desde entonces el Ejecutivo de Enrique Peña Nieto ha priorizado su captura, que se frustró varias veces debido al fuerte anillo de seguridad que rodea a El Chapo, que durante estos seis meses se habría estado refugiando en varios pisos francos.
«Se me acabaron las vacaciones», declaró El Chapo tras ser detenido. Ahora está en la cárcel de máxima seguridad del Altiplano a la espera de que se resuelva su posible extradición a Estados Unidos, donde podría enfrentarse incluso a la pena de muerte.