Comienza el juicio en Turquía contra el imán Güllen, la bestia negra de Erdogan

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

OZAN KOSE | AFP

Está acusado de pertenencia a una «organización terrorista» y de construir las denuncias de corrupción contra el Gobierno que hace dos años hicieron tambalearse a Erdogan

07 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La justicia turca sirvió ayer en bandeja la venganza fría del presidente Recep Tayyip Erdogan contra el imán Fetulá Gülen, antiguo aliado suyo y actual bestia negra, al dar comienzo el miércoles en un tribunal de Estambul el juicio orquestado contra él y decenas de policías por conspirar contra el hombre fuerte del país. Residente desde hace más de 15 años en EE.UU., Gülen, de 74 años, está acusado de pertenencia a una «organización terrorista» y de construir las denuncias de corrupción contra el Gobierno que hace dos años hicieron tambalearse a Erdogan.

En ausencia del imán, el ex jefe de policía de Estambul, Yakup Saygili, y su adjunto a cargo de asuntos criminales Kazim Aksoy, hicieron las veces, nunca mejor dicho, de cabezas de turco en un proceso considerado un juicio político. En su acusación, el fiscal de Estambul pidió cadena perpetua para Gülen y dos de los antiguos jefes de policía, así como penas de 7 a 330 años para otros 66 acusados. Pero desde la apertura de los debates, uno de los abogados del clérigo rebatió las acusaciones contra su cliente. «No existe ninguna prueba de que haya participado en ninguna actividad ilegal, ni un solo documento» insistió. «No hemos visto una investigación tan turbia jamás en la historia de nuestro país». «Es una vergüenza que todas esas personas que no harían daño a una mosca sean presentados como terroristas», afirmó otro letrado que defiende a los policías. «Esto no es más que un linchamiento judicial».

Promotor de un islam moderado, Gülen dirige una vasta red de escuelas, oenegés, empresas y medios en Turquía, sobre los cuales Erdogan se apoyó mucho tiempo para asentar su autoridad tras la llegada al poder de su partido en 2002. Le declaró la guerra en diciembre de 2013, convencido de que estaba detrás de las investigaciones anticorrupción contra varios miembros de su Gobierno y algunos familiares.