Obama busca en el 2016 apuntalar su legado y derribar el mito del «pato cojo»

La Voz EFE, AFP

INTERNACIONAL

La primera acción en su agenda es su enésimo intento para el control de armas, tras la sucesión de matanzas de este año que han colmado la paciencia del presidente

02 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Tan pronto acabe hoy sus vacaciones navideñas en Hawái, Barack Obama enfilará su último año en la Casa Blanca dispuesto a apuntalar su legado y derribar el mito del «pato cojo». Esa etiqueta hace referencia al último bienio de un segundo mandato sin posibilidad de reelección, donde el inquilino de la Casa Blanca tiene una fecha de caducidad y un margen de maniobra cada vez más reducido.

La primera acción en su agenda es su enésimo intento para el control de armas, tras la sucesión de matanzas de este año que han colmado la paciencia del presidente. El lunes se reunirá con la fiscal general, Loretta Lynch, para dar los últimos retoques a su paquete de medidas para frenar la violencia por arma de fuego, que dejó más de un muerto al día, 375 en total, en el 2015, según Mass Shooting Tracker (MST).

Decretos contra las armas

Ante la obstinación del Congreso, con mayoría republicana, de vetar sus reformas para aumentar el control de armas, Obama anunció ayer que estudia decretos ejecutivos con ese objetivo. Según The Washington Post, entre las medidas estará la de intensificar la investigación sobre el pasado de quien quiera adquirir armas.

El mandatario encara el 2016 decidido a evitar el sambenito del lame duck (pato cojo) antes de que su sucesor salga de las urnas el 8 de noviembre. Casi nadie daba un centavo por Obama hace poco más de un año, cuando la oposición republicana se hizo con el dominio de las dos cámaras del Congreso tras el descalabro demócrata en las legislativas de noviembre del 2014.

El presidente contraatacó con dos armas: una ambiciosa política exterior y una batería de órdenes ejecutivas. Esa ofensiva alumbró la apertura de EE.UU. a Cuba, el pacto internacional sobre el programa nuclear de Irán, el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) y el convenio contra el cambio climático en la cumbre de París. Fueron éxitos que, en clave internacional, quizás tuvieron como contrapartida las dudas sobre la estrategia contra el Estado Islámico (EI).

Entre sus prioridades figura la promesa del cierre de la cárcel de Guantánamo y el tema de la inmigración. Con una orden ejecutiva, Obama decretó el freno temporal de la deportación de cinco millones de indocumentados si bien ese plan está bloqueado judicialmente a la espera de la resolución del Tribunal Supremo.