Las catástrofes «naturales» alertan a medio mundo

La Voz REDACCIÓN

INTERNACIONAL

JORGE ADORNO | REUTERS

«El cambio climático es una realidad. El aumento de las crecidas y las lluvias tiene que ver con eso, con que hemos descuidado el medio ambiente», aseguró Mauricio Macri

28 dic 2015 . Actualizado a las 16:26 h.

«El cambio climático es una realidad. El aumento de las crecidas y las lluvias tiene que ver con eso, con que hemos descuidado el medio ambiente». La frase pronunciada ayer por el presidente de Argentina ante el comité de crisis constituido para hacer frente a las inundaciones que padece su país, junto con Uruguay, Paraguay y Brasil, y que han obligado a evacuar a 180.000 personas de sus hogares, empieza a ser un lugar común ante la adversidad meteorológica. Sirve para explicar la inusual ola de calor que afectó a la costa este de Estados Unidos -en Washington y Nueva York los termómetros superaron esta Navidad los 19 grados- y que propició la formación de una cadena de tornados y tormentas severas que hasta ayer se habían cobrado la vida de 28 personas en los Estados del Sur (Texas, Misisipi, Alabama y Tennessee, sore todo). Sirve para las inundaciones que han movilizado al ejército británico y obligado a evacuar a centenares de vecinos de la ciudad inglesa de York, las más intensas de los últimos 70 años en la región. Y sirve para la propia catástrofe natural en Latinoamérica, asociada al fenómeno de El Niño, pero agravada, denunció ayer Greenpeace, por la deforestación masiva. «El aumento de las precipitaciones y la significativa pérdida de cobertura boscosa en Argentina, Brasil y Paraguay, que se encuentran entre los diez países con más deforestación del mundo, no permitió la natural absorción del agua», explicó la organización ecologista.

Paraguay, con más de 140.000 desplazados y cuatro personas fallecidas a causa de la crecida de los ríos (el nivel del Paraguay superó ayer los 8 metros cuando el máximo histórico es de 9), sigue siendo el país más afectado por una situación que se podría agravar en los próximos días ante la predicción de nuevas lluvias. Solo en el norte de Uruguay, donde 11.000 personas aún no pueden acceder a sus casas, el nivel de las aguas ha ido bajado en las últimas horas. En Brasil y Argentina las autoridades decidieron mantener el nivel de alerta después de que ayer murieran cuatro personas en un corrimiento de tierras en Sao Paulo.