El Gobierno rectifica: fue un ataque a España

Nuria Vega MADRID | COLPISA

INTERNACIONAL

Atlas TV

Rajoy no descarta ahora ninguna hipótesis, opta por no comparecer y aclara sus errores en un comunicado 

13 dic 2015 . Actualizado a las 13:45 h.

De la sobreexposición que el viernes llevó al presidente a encadenar confirmaciones y desmentidos sobre el atentado en Kabul, Mariano Rajoy pasó ayer al mutismo. Solo a través de Twitter y de un comunicado de la Moncloa pudo deducirse que el jefe del Ejecutivo trataba de poner en orden el relato confuso de los hechos y rectificarse, de paso, a sí mismo. 19 horas después de negar que se hubiese producido una ofensiva «contra nosotros», el Gobierno redactaba la nota en la que se admite la muerte de dos policías españoles y de dos empleados afganos, y se llega a la conclusión de que se produjo «un ataque contra España».

«Atentado en la Embajada de España en Kabul», no contra sino en. Con este enunciado llegó el comunicado de la Presidencia del Gobierno. En el texto se reconoce la entrada de tres terroristas en el recinto oficial y, aunque se mantiene que el objetivo de los talibanes, según su propia reivindicación y los datos de la policía afgana, no era la legación española, ya «no se descarta ninguna hipótesis». La investigación sigue «abierta».

Aún así desde Cartagena, Colombia, el ministro de Asuntos Exteriores se mantuvo firme en su versión. La embajada, dijo, nunca fue el objetivo de la ofensiva. José Manuel García-Margallo acompañó casualmente el viernes a Rajoy en la dificultosa tarea de nadar entre dos aguas, la de candidato al 20D y la de presidente del Gobierno. Margallo no iba por libre, lo mismo dijo el titular de Interior, Fernández Díez, tras la reunión del pacto antiterrorista y se ratificó en que el objetivo era la casa de extranjeros, adyacente a la misión diplomática. 

Información caducada

Las informaciones contradictorias que, según fuentes del PP, recibió el jefe del Ejecutivo el viernes por la noche y su propia gestión del asunto, le llevaron a encadenar un cúmulo de errores. De manera que cuando Rajoy se dirigió a la prensa para celebrar que, a pesar del ataque, solo había un policía herido, ya uno de los agentes había muerto, como el Ejecutivo supo horas más tarde, y otro estaba a punto de fallecer camino del hospital. «Parecía que era una mala noticia, por fortuna no es así», erró el presidente.

Ya en el rocódromo de Murcia, Rajoy justificó su confusión inicial y recordó que «Kabul está muy lejos». Los selfies que se hizo con los asistentes al mitin que se suspendió pusieron la guinda final a una jornada en la que el Gobierno dio por concluido el ataque horas antes de que realmente finalizara, cosa que ocurrió muy avanzada la madrugada, como admitió la nota oficial.

Al hilo del caos, el líder de Ciudadanos pidió ayer «prudencia e información veraz» para estupor de los populares, que le recordaron el compromiso de lealtad adquirido por Albert Rivera en el pacto antiterrorista. Con él se puso en contacto, siempre telefónico, el presidente, que comunicó a Rivera la intención de convocar horas más tarde un encuentro en el Ministerio del Interior del pacto antiyihadista.

A primera hora del día el Ejecutivo había descartado ya que Rajoy fuera a comparecer en público para aclarar los extremos del ataque. La gestión de la crisis se derivó a los Ministerios de Exteriores e Interior, y el presidente optó por seguir desde la Moncloa la evolución de los acontecimientos.