La Iglesia anglicana culpa del aumento del hambre a Cameron

Rita Álvarez Tudela LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

NEIL HALL | REUTERS

Coincide con un informe parlamentario que alerta del problema

11 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los recortes en las ayudas sociales del Gobierno de David Cameron solo traen hambre a muchas familias británicas. La denuncia salió ayer de boca del arzobispo de Canterbury, Justin Welby, el máximo representante de la Iglesia anglicana. Su llamada de atención coincidió con la publicación de un informe parlamentario suscrito por todos los partidos, en el que se concluye que, a pesar de algunos signos de progreso, el Reino Unido está muy lejos de eliminar el hambre en el país, después de examinar la creciente utilización de los bancos de alimentos y la inseguridad alimentaria de los hogares.

«Estoy triste porque hay pruebas claras de que aquí hay demasiados que continúan luchando para alimentar a sus familias en el siglo XXI», escribió el arzobispo Welby. No tuvo reparos en calificar de «tragedia» los datos del informe parlamentario sobre la Alimentación de Gran Bretaña.

Para el líder de la Iglesia de Inglaterra, los bancos de alimentos «están tratando de hacer la vida más llevadera para las personas que están pasando hambre». Welby culpó al Gobierno de crear «problemas innecesarios» para aquellos en riesgo de hambre por los retrasos burocráticos en los pagos de ayuda y sanciones. Por ello, instó a una ampliación del debate político en torno bienestar lejos de la ridiculización de las personas que dependen de los beneficios.

Sentimiento de derrota

Bajos salarios, empleo inestable y retrasos en la prestaciones sociales, junto con la incapacidad de pagar las facturas y alquileres han traído «un sentimiento de derrota» para muchas familias desfavorecidas. En concreto, el informe parlamentario esboza una serie de políticas gubernamentales que están provocando que la población pase hambre durante días. Por ello, propone un impuesto sobre las bebidas gaseosas para ayudar a financiar un proyecto nacional para la eliminación del hambre infantil. Otra pasa por usar los cinco céntimos de libra que los supermercados cobran por cada bolsa de plástico a los clientes, o donar los alimentos y evitar así que se pierdan. Lo cierto es que según las últimas cifras publicadas por la Trussel Trust, la mayor red de bancos de alimentos del país, prestaron ayuda a 1,1 millones de personas entre abril y marzo del 2015, un aumento del 19 % respecto al año anterior.

Desde el Gobierno, un portavoz reconoció estar de acuerdo con todos los partidos en que «nadie debe pasar hambre, especialmente cuando los excedentes de alimentos se desperdician, por lo que se comprometieron a «considerar cuidadosamente las recomendaciones formuladas en este informe». Para el diputado laborista y exministro Frank Field, Cameron está tratando la situación del hambre «como algo que hierve y no tiene importancia», llamando a una reunión de alto nivel del gobierno para dar respuesta al problema del hambre. Field, coautor del informe, criticó además al Gobierno por no hacer frente a la «gran vergüenza nacional».