«Quien crea que un crimen de guerra le costará solo unos tomates se equivoca»

R. P. REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

SPUTNIK | Reuters

Putin anuncia nuevos castigos a Turquía. El primero, romper las negociaciones sobre el gasoducto Turkish

04 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Vladimir Putin utilizó ayer su discurso del estado de la nación para volver a arremeter un día más contra Turquía y su presidente. «Se arrepentirá más de una vez», apuntó anunciando una larga venganza. «Si alguien piensa que cometer un crimen de guerra y asesinar a nuestra gente le costará solo unos tomates o algún tipo de restricciones en el terreno de la construcción, se equivoca», declaró el presidente ante las cámaras que retransmitían en directo sus palabras.

Advirtió que Rusia «no olvidará jamás» el derribo del caza ruso por la aviación turca. «No entiendo por qué hicieron esto. Solo Alá lo sabe», agregó entre los aplausos de los diputados, ministros, gobernadores y autoridades religiosas presentes en el hemiciclo. «Parece que Alá haya decidido castigar la pandilla en el poder en Turquía privándola de la razón y del sentido común», insistió.

El jefe del Kremlin anunció nuevos castigos contra Ankara, aunque aclaró no ninguno pasa por las armas. Después de su discurso, el ministro de Energía ruso Alexander Noval, anunció la suspensión de las negociaciones sobre el gasoducto Turkish Stream, proyecto para suministrar gas ruso al sur de Europa a través del mar Negro y Turquía, evitando así el tránsito a través de Ucrania.

«Sabemos quiénes en Turquía se llenan los bolsillos con el crudo robado» a Siria e Irak por el EI, señaló Putin en alusión a su homologo turco, Recep Tayip Erdogan, y su familia.

Durante su discurso, Putin agradeció la labor de los militares rusos en Siria, dirigiéndose a las viudas del piloto del Su-24 derribado y un soldado que murió durante la operación de rescate, antes de guardar un minuto de silencio por las 224 víctimas del atentado contra el avión ruso en el Sinaí.

Erdogan también acusa

El presidente turco tachó de «inmorales» esas acusaciones e inculpó a su vez a Moscú de complicidad en este tráfico. «Tenemos pruebas. Vamos a empezar a revelarlas al mundo», aseguró Erdogan. Solo apuntó que un ciudadano ruso-sirio estaría involucrado en el comercio ilegal de petróleo. Para el primer ministro Ahmet Davutoglu, lo dicho por Moscú solo es «propaganda soviética».

A pesar del cruce de acusaciones, se buscaba apaciguar la tensión en la reunión entre los ministros de Exteriores ruso y turco, Serguéi Lavrov y Mevlüt Cavusoglu, en el marco de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en Belgrado. Nada había trascendido del encuentro, nada más allá de las intervenciones en la cita

Lavrov llamó una vez más la unión para luchar contra el yihadismo superando las diferencias «al igual que se hizo con el nazismo». También pidió abandonar «peligrosos juegos» con terroristas para «tener una influencia regional», en una clara referencia a Turquía.