Putin acusa a Erdogan de derribar el caza para proteger el tráfico de crudo del EI

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

MIKHAIL KLIMENTYEV | AFP

El presidente turco le reta a demostrar que compra petróleo a los yihadistas y, si lo logra, promete dimitir

01 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Un día más, y ya van seis desde el derribo del caza ruso, Vladimir Putin y Recep Tayip Erdogan se enzarzaron en un nuevo cruce de acusaciones. Enfurecido por la negativa de Ankara a disculparse por el incidente aéreo, el presidente ruso rechazó ayer el cara a cara que le había propuesto su homólogo turco en París, al coincidir en la cumbre del clima. Sí mantuvo, en cambio, encuentros con Barack Obama, Angela Merkel, Jean-Claude Juncker, Benjamin Netanyahu y Xi Jinping, entre otros. Y echó más leña al fuego al acusar a Turquía de abatir el Su-24 para proteger el tráfico de crudo del Estado Islámico.

«Tenemos todos los motivos para pensar que la decisión de derribar el avión fue dictada por el deseo de proteger las vías de paso del petróleo hacia territorio turco», dijo en rueda de prensa. El derribo del avión fue un «gran error», señaló, antes de añadir que «nos han contado que el presidente no tomó la decisión, que fue otra gente. No importa demasiado, lo importante es que dos de nuestros militares murieron como resultado de este movimiento criminal».

La respuesta de Erdogan fue casi inmediata: «No es moral acusar a Turquía de comprar petróleo a Daesh. Si hay documentos, deberían mostrarlos, que los veamos. Si se demuestra, yo no me quedaré en el cargo. Y le digo al señor Putin: ¿Se quedará usted en su cargo?».

A partir de ahora, los aviones Su-24 irán provistos de misiles aire-aire para su «autoprotección» en Siria, anunció el Ministro de Defensa., en el día en que Moscú recibió con honores de héroe los restos de Oleg Peshkov, el piloto ruso abatido por rebeldes sirios tras eyectarse del caza.

El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, instó a Moscú a reconsiderar las sanciones, pero también rehusó pedir disculpas. «Ningún primer ministro, presidente o autoridad turca pedirá perdón por cumplir con sus obligaciones», sentenció. Hizo estas declaraciones antes de reunirse en Bruselas con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. La Alianza Atlántica reiteró su apoyo a Ankara, pero una vez más le pidió rebajar la tensión. «Es importante mantener la calma», subrayó Stoltenberg.

Misión de los Patriot

Hoy la OTAN debatirá cómo evitar que este tipo de «incidentes» se repitan y estudiará más medidas para asegurar la frontera sirio-turca. Con esa misión, España mantiene la única batería de misiles Patriot activa. Se da por hecho que se extenderá la misión -expira a finales de enero- y el Gobierno de Rajoy ya ha dicho que está dispuesto a mantenerla un año más.

Durante su reunión de media hora a puerta cerrada con Putin, Obama le expresó sus «condolencias» por la muerte del piloto ruso. En la segunda cita entre ambos en las últimas dos semanas, «se mostraron a favor de una solución política» en Siria, pero reafirmando sus discrepancias sobre el futuro de Bachar al Asad.

Con el presidente ruso, Netanyahu recalcó ante la prensa la importancia de cooperar militarmente con el Kremlin para evitar «accidentes innecesarios».

«Afortunadamente nuestros pilotos no son tan veleidosos como los turcos»

«Afortunadamente, nuestros pilotos no son tan veleidosos como los suyos respecto a los rusos», reprochó Alexis Tsipras a Ahmet Davutoglu en un inédito encuentro bilateral en Twitter mientras tenía lugar el domingo la cumbre UE-Turquía. «Lo que está pasando en el mar Egeo es indignante e increíble», escribió Tsipras en un segundo tuit, para añadir en un tercero: «Estamos gastando miles de millones en armas. Ustedes para violar nuestro espacio aéreo, nosotros para interceptarles». Aludía así a las continuas pugnas en el espacio aéreo de ambos países. Davutoglu optó por no responder a los tuits de su par heleno, con excepción del primero. «Comentarios sobre pilotos no están en sintonía con el espíritu de la jornada: Alexis, centrémonos en nuestra agenda positiva», zanjó.