Hollande lanza su gran coalición contra el EI en plena psicosis por el terrorismo

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Francia inicia hoy su ronda con líderes mundiales y moviliza más medios para la guerra

23 nov 2015 . Actualizado a las 08:10 h.

Apenas una semana después de los brutales ataques a París, el Gobierno de Francia prepara ya la gran coalición contra el Estado Islámico (EI) con una ronda de contactos al más alto nivel que arrancan hoy mismo. Coincide esta estrategia de François Hollande con una psicosis antiterrorista mundial -amenazas falsas de bomba, desvío de vuelos, suspensión de acontecimientos deportivos...-, con la capital europea, Bruselas, prácticamente sitiada, y con la precampaña española enfocada casi en exclusiva a la lucha contra el yihadismo.

El presidente francés está en campaña para coordinar esfuerzos en el combate contra el EI, que controla amplias regiones de Siria e Irak y con sus células asentadas en varias ciudades europeas. Hollande trata de conformar un frente amplio en su guerra para destruir a esa organización y hoy se entrevistará con el primer ministro británico David Cameron. Mañana se desplazará a Estados Unidos para verse con Barack Obama; el miércoles volverá a París para encontrarse con la canciller alemana, Angela Merkel; y el jueves vuela a Moscú para ver al presidente ruso Vladimir Putin.

Ese frente común, en todo caso, se antoja complicado por las diferencias entre Moscú y Washington. «El fortalecimiento del Estado Islámico fue posible entre otras cosas por la irresponsable política de Estados Unidos», dijo el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev. Y Putin, mientras, monta su propia estrategia: viaja hoy a Teherán para reunirse con el líder iraní, principal aliado del Kremlin en la lucha contra el EI.

El frente militar

Y mientras, por separado, los diferentes países siguen moviéndose para enfrentarse a los yihadistas. El portaviones francés Charles de Gaulle realizó ayer unos últimos ejercicios en la zona del Mediterráneo Oriental, antes de unir sus aviones de combate a la lucha contra el grupo terrorista en Siria y en Irak. El portaaviones, buque insignia de la armada gala, está acompañado de un grupo aeronaval que incluye una fragata británica y otra belga, y eleva a 38 el número de cazas franceses disponibles, entre los que se incluyen seis Rafale estacionados en Emiratos Árabes Unidos y seis Mirage 2000 en Jordania. Entre los objetivos de Francia -que entre los pasados domingo y martes bombardeó la siria Raqa, considerada feudo yihadista- están esa localidad y la iraquí Mosul. Rusia, por su parte, prosigue con su ofensiva en el Cáucaso: abatió a 14 milicianos que habían jurado lealtad al Estado Islámico.

¿Y España? «Que sepan que no les tenemos miedo, les estamos haciendo frente y los vamos a derrotar y aniquilar, porque el Daesh es la principal amenaza del mundo civilizado», avisó Jorge Fernández durante un acto electoral del PP en Gerona. El Gobierno mantiene que solo participará en una operación militar si cuenta con el apoyo de la ONU. Es el mensaje en el que se ha instalado Rajoy desde hace una semana. Y sigue pendiente la colaboración en África para aliviar allí el esfuerzo militar francés. «Aquí entran en juego los españoles. Vamos a ver lo que proponen. Evidentemente si las fuerzas europeas vienen en apoyo y relevo de las fuerzas (en Mali) es lo que debe ser, es la Europa de la Defensa en marcha», apuntó ayer el ministro de Defensa francés.

Pánico general

El temor a más ataques se sigue extendiendo. En la madrugada del domingo, un avión de la aerolínea turca Turkish Airlines que volaba con 256 personas a bordo entre Nueva York y Estambul fue desviado a Canadá debido a una amenaza de bomba. El martes sucedió con otros dos vuelos de Air France. Y anoche, con otro más en Estados Unidos por «comportamiento sospechoso» de varios pasajeros.

Los yihadistas se acuerdan de España en su último vídeo

El Estado Islámico se acuerda de España y menciona por primera vez al país tras los atentados del 13 de noviembre en París. Lo hace en un vídeo plagado de amenazas a Francia y en el que exige a los ciudadanos galos que «presionen» al Gobierno de François Hollande para abandonar la guerra en Siria, siguiendo el ejemplo de lo que «hizo el pueblo español hace varios años contra la guerra de Irak», en referencia a la salida de las tropas españolas de aquel país ordenada por Zapatero en el 2004.