Francia alerta de que un terrorista pudo haber escapado hacia España

mercedes lodeiro REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

REUTERS

Reside en Bruselas y sería el artificiero encargado de la logística del atentado

16 nov 2015 . Actualizado a las 07:40 h.

Toda Francia está en alerta máxima para dar con el paradero de al menos uno de los terroristas que atentaron en París el viernes y que consideran está huido. Se trata de Salah Abdeslam, nacido el 15 de septiembre de 1989 en Bruselas (Bélgica), pero de nacionalidad francesa, de ojos marrones y 1,75 de estatura. Sería el artificiero y el encargado de la logística de los antentados. La Fiscalía sospecha que puede ser uno de los suicidas o haber huido hacia España.

Las autoridades francesas emitieron una solicitud de cooperación internacional, con una petición expresa a España. En la alerta se resalta que Salah Abdeslam «está armado y es peligroso». Y se pide a los países europeos que establezcan controles policiales.

Registros en domicilios en las afueras de París

Varios domicilios de la localidad de Bobigny, en las afueras de París, fueron registrados hoy por la policía francesa. Los investigadores franceses están buscando a Salah Abdeslam, cuya foto ha sido difundida por la policía francesa para que pueda ser identificado por testigos. 

Según los investigadores fue quien alquiló el coche con el que los terroristas se trasladaron hasta el Bataclan, donde perecieron la mayor parte de las más de 129 personas que murieron en los atentados

Un hermano murió en el ataque

Uno de los hermanos de Salah, Ibrahim, de 31 años. murió al hacer estallar el cinturón de explosivos que llevaba adosado a su cintura. El otro, residente también en el barrio Monlenbeeck de Bruselas, fue detenido y está a la espera de ser interrogado.

Los dos hermanos implicados en los atentados fueron, según la investigación, quienes alquilaron «a principios de semana en Bruselas» los dos coches que usaron los terroristas para llegar a París, un Polo gris y un Seat León negro, visto uno cerca de la sala Bataclan y hallado en Bruselas, y el otro a las afueras de la capital francesa. En el interior de este último, la Policía encontró varios fusiles Kalashnikov. Este hallazgo es importante porque significa que algunos terroristas lograron salir de París tras los atentados.

El rastro belga

Los Abdeslam habrían formado parte del tercer equipo de terroristas, el de los tiroteos en las calles. Uno de ellos se hizo explotar en un bar. El primer equipo sería el del estadio, donde tres accionaron sus cinturones explosivos, y el segundo, el de la sala Bataclan, donde otros tres fueron abatidos y Omar Ismail Mostefai activó su cinturón explosivo. Este era un delincuente francés nacido en 1985, padre de familia y que habría estado meses en Siria tras pasar por Turquía en el 2013. Fue en la mezquita de Lucé (Chartres) donde se habría radicalizado al contactar con un marroquí radical residente en Bélgica. Antes incluso se le conocía por traficar con cocaína. Se investiga si uno de sus hermanos era otro de los kamikazes de Bataclan. Su padre y otro de sus hermanos, junto a otras cinco personas del entorno, fueron detenidos. Otro de los suicidas del estadio también fue identificado por los investigadores. Era un joven de 20 años que vivía en Bélgica, confirmó el procurador de París.

Uno de los vehículos utilizados fue interceptado en la mañana del sábado en un control en el noroeste de Francia. Y por la tarde, lo fue en Monlenbeeck, en donde la policía belga llevó a cabo varios registros que concluyeron con siete detenidos en todo el país.

Esta conexión terrorista belga-francesa desencadenó que las autoridades de ambos países trabajen codo a codo. El ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, insistió ante su homólogo belga en la cooperación: «Bélgica y Francia están unidas en la lucha contra el terrorismo». «No podemos esperar más para desmantelar el tráfico de armas», aseguró Cazeneuve. «Es precisamente ahí donde comienza el problema», añadió Jan Jambon.