El acusado del robo llevado a la pantalla en «Uno de los nuestros» de Scorsese: «No creáis en las películas»

Victoria Toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

SPENCER PLATT | AFP

El jurado declara no culpable al mafioso acusado del robo en Lufthansa que filmó Scorsese en «Uno de los nuestros»

14 nov 2015 . Actualizado a las 04:36 h.

«No creáis todo lo que veis en las películas», declaró Vincent Asaro a los periodistas cuando salía del tribunal en el que acababa de ser declarado inocente. Asaro, que tiene 80 años y es uno de los jefes de la familia Bonano, una de las cinco del crimen organizado de Nueva York, había sido acusado en enero de 2014 de pertenecer a la Mafia, de un asesinato y de ser autor intelectual junto a Jimmy Burke del atraco a la terminal de Lufthansa en 1978, el mayor robo de la historia de EE.UU. Es la historia que contó Martin Scorsese en la película Uno de los nuestros, y a ella se refería Asaro con su frase.

El 11 de diciembre de 1978 un grupo de hombres armados entró en la terminal de la compañía alemana en el aeropuerto de Nueva York. Se llevaron seis millones de dólares. Solo un empleado de la aerolínea fue juzgado y condenado por facilitar datos a los ladrones. Los fiscales siempre sospecharon que la Mafia había estado detrás y Martin Scorsese, también. De ahí el argumento de su película.

Pero pasaban los años y nadie más era incriminado. Hasta que en enero del año pasado Asaro fue detenido. Los fiscales aseguraron que tenían pruebas suficientes para condenarlo, pero en el juicio se descubrió que la prueba en la que habían basado la acusación era el testimonio de un primo suyo, Gaspare Valenti.

Valenti se cansó hace unos años de seguir las órdenes de Asaro, acudió al FBI y llegó a un acuerdo para testificar contra su primo y jefe. En el juicio contó que él fue uno de los ladrones de Lufthansa, que entraron en la terminal mientras Asaro y Jimmy Burke se quedaban cerca del aeropuerto dentro del coche. Dijo también que el botín resultó mucho mayor de lo que esperaban. Y contó como Asaro y Burke habían matado a un hombre al que consideraron un informador de la policía y al que habían trasladado, según ese testimonio, en el maletero del coche de Asaro.

Su abogada basó la defensa en destruir la credibilidad de Valenti y lo logró. En su alegato llegó a decir que el Estado se ha convertido en un plan de pensiones para los mafiosos arrepentidos que negocian librarse de la cárcel e incluso vivir gracias a esos acuerdos. El jurado solo necesitó dos días y medio para llegar a la conclusión de que no había pruebas suficientes para una condena.

El conocido mafioso salió eufórico, y libre, del tribunal. Tan eufórico que bromeó con los periodistas. Justo antes de entrar en el coche se volvió a su abogado y le dijo en voz alta: «Sam, no dejes que vean el cuerpo del maletero». Y se rio, vaya si se rio.