Cavaco suaviza el tono en la toma de posesión de Passos

begoña íñiguez LISBOA / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

RAFAEL MARCHANTE | reuters

El líder comunista reconoce que Costa negocia a dos bandas y los tres partidos de izquierda aún no han pactado nada

31 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Portugal ya tiene nuevo Gobierno, el vigésimo de 40 años de democracia y, cuando se cumplan las amenazas de la oposición, el más breve de su historia. El Ejecutivo de centroderecha de Pedro Passos Coelho, vencedor de las legislativas del 4 de octubre sin mayoría absoluta, tomó ayer posesión en Lisboa ante el presidente, Aníbal Cavaco Silva, y las máximas autoridades del país.

Passos asumió su segundo mandato, que ya tiene fecha de caducidad, el próximo 10 de noviembre, cuando sea aprobada en el Parlamento la moción de rechazo de las tres formaciones de izquierda, el Partido Socialista (PS) de Antonio Costa, los comunistas (PCP) de Jerónimo de Sousa y el marxista Bloco de Esquerda (BE) de Catarina Martins, como paso previo para intentar formar un Gobierno dirigido por Costa. La moción prosperará porque tienen mayoría absoluta, y pondrá fin al que ya llaman el Gobierno de los 11 días.

A pesar del ciclón que acecha sobre él, Passos presidió, una hora y media después de asumir el cargo, su primer Consejo de Ministros. «He recibido un mandato claro de los portugueses en las urnas, y también del presidente, para gobernar durante cuatro años, y es lo que haré», dijo. Criticó a la izquierda: «Nadie puede arriesgar los duros sacrificios de los últimos cuatro años para satisfacer ambiciones. Más que nunca los políticos tenemos que estar a la altura».

El discurso de Cavaco Silva, que el 10 de noviembre tendrá que decidir entre autorizar a Costa a formar un nuevo Gobierno o mantener a Passos como gestor sin prácticamente poderes, fue menos crispado que los últimos, aunque mantuvo la misma esencia. Insistió en «la legitimidad» del nuevo Ejecutivo y recordó «el carácter europeísta y atlántico de Portugal y los compromisos internacionales». «Ninguna otra formación me ha presentado una solución estable y, sin estabilidad política, Portugal podría ser ingobernable», justificó.

La amenaza de los comunistas

El líder de los comunistas, Jerónimo de Sousa, desató ayer la caja de los truenos de las «sigilosas» negociaciones para cerrar el pacto de la izquierda, al reconocer que «las reuniones se llevan a dos bandas. No hemos tenido ninguna los tres grupos». «Desconozco lo que ha pactado hasta ahora el Bloco con el PS», afirmó, y puso el dedo en la llaga en las exigencias de Cavaco al reconocer que «el PCP no va a aceptar el tratado presupuestario con Bruselas, al que se comprometió Portugal en el 2011 tras el rescate».