Netanyahu promete vengarse tras un trágico día con tres israelíes muertos

Laura Fernández Palomo AMÁN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

JACK GUEZ | Afp

El primer ministro habla de medidas audaces sin desvelar cuáles serán

14 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Como en anteriores ocasiones se había declarado el día de la ira, que anima a los palestinos a rebelarse contra la ocupación israelí, pero ni en los foros locales se esperaba la violenta reacción que ha convertido este martes en la jornada más sangrienta. Armas de fuego en transportes públicos, un atropello y apuñalamientos de israelíes, han dejado tres víctimas, además de uno de los agresores, y al menos 20 heridos en un total de cinco ataques. El Gobierno de Benjamín Netanyahu prometió que Israel «se vengará» de quienes están matando a israelíes y de quienes les animan. Tras reunirse con su gabinete de seguridad, anunció en una sesión en la Knesset (Parlamento) utilizará «todos los medios» a su disposición y que adoptara «medidas audaces» que serán aplicadas «cuanto antes», aunque no las desveló.

La deriva crece en un hartazgo social difícil de controlar desde la esfera política. La violencia se ha impregnado hasta el extremo de que ayer un israelí hirió por equivocación a otro al confundirlo con un palestino, en los aparcamientos del centro de Ikea. En la espiral de venganza, el israelí reaccionaba a los ataques registrados desde primera hora de la mañana en Jerusalén, en los que la mayoría de sus agresores proceden del barrio árabe de Jabel Mukaber.

En el primer ataque de este tipo desde que se iniciara la ola de violencia, dos palestinos sembraron el terror con pistolas y cuchillos en autobús del barrio judío de Armon Hanatziv, en la ocupada y anexionada Jerusalén Este. Un hombre de 60 años murió y otro pasajero sucumbió a las heridas. Minutos después, un hombre atropelló a varios transeúntes en una parada de autobús de un barrio ultraortodoxo de Jerusalén Oeste, provocando la muerte de una persona e hiriendo a otras ocho. El conductor salió del vehículo e intentó apuñalar a los afectados.

Gobierno militar

Israel ha propuesto el bloqueo de los barrios palestinos en Jerusalén Este y la destrucción de las casas de los autores que cometan estos ataques, como tradicional castigo colectivo que no parece tener más resultado que el aumento de la indignación entre la población árabe, desafiada cada día por los condicionantes de la dominación israelí. Por su parte, el antiguo socio de Netanyahu y exministro de Exteriores Avigdor Liberman sugirió ayer la implantación de un gobierno militar y leyes de excepción y emergencia para evitar los ataques.

El presidente palestino, Mahmud Abás, llamó a la calma consciente de que su ofensiva diplomática por el reconocimiento de Palestina podría hacer aguas si aumenta la violencia. Sin embargo, Netanyahu ha amenazado a Abás con responsabilizarlo si continúan los enfrentamientos en Jerusalén y Cisjordania.