La matanza de Ankara agranda la brecha entre Gobierno y oposición

La Voz ESTAMBUL / DPA

INTERNACIONAL

ADEM ALTAN | Afp

Miles de personas recordaron en las calles a las víctimas y acusaron a Erdogan de asesino

12 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El atentado del sábado Ankara con alrededor de un centenar de muertos amenaza con agravar la crisis política a tres semanas de las elecciones parlamentarias en Turquía: miles de personas recordaron ayer a las víctimas en un acto en la capital, en la que acusaron al presidente Recep Tayyip Erdogan de «asesino».

Más de un millar de personas se congregaron en la plaza de Sihhiye de Ankara para honrar la memoria de las 95 personas que fallecieron el sábado en una estación de tren cuando participaban en una manifestación pacifista, según cifras oficiales. Según el gobierno, 246 personas resultaron heridas.

El prokurdo opositor Partido Democrático del Pueblo (HDP), uno de los organizadores de la manifestación, aseguró sin embargo que la cifra de fallecidos aumentó a 122. Un funcionario dijo en condición de anonimato que el número podría aumentar y habló de 500 heridos. Se trata del atentado más sangriento de la historia moderna del país.

Dos artefactos estallaron en la estación de tren en medio de los congregados a una marcha pacifista convocada por organizaciones críticas con el Gobierno. El HDP se considera el blanco del ataque y lanzado graves acusaciones contra la cúpula política del país, pero hasta el momento nadie se atribuyó la autoría del ataque. El primer ministro afirmó ayer que todo apunta a un ataque suicida tras el cual podría estar la milicia terrorista Estado Islámico.

Mientras tanto, el líder del mayor partido opositor, el socialdemócrata CHP, Kemal Kilicdaroglu, exigió la dimisión de los ministros de Interior y Justicia.

En la noche del sábado miles de personas se manifestaron también en Estambul contra el gobierno turco. Algunos llamaban al ilegalizado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) a vengarse por lo ocurrido.

Varios sindicatos críticos con el Gobierno anunciaron una huelga de dos días. «Para honrar a nuestros compañeros muertos y protestar contra esta masacre fascista, a partir de mañana haremos en huelga», señalan en un comunicado. Además pidieron a todos los partidos políticos, a los trabajadores y a las organizaciones laborales que secunden la acción.

La manifestación protestaba por la escalada de violencia en los últimos meses en Turquía entre el gobierno y el PKK, entre otros motivos. Pese a ello, la Fuerza Aérea turca volvió a atacar ayer posiciones del PKK, matando a 35 combatientes, después de que éste anunciara el sábado que renunciaba a los ataques hasta la celebración de las elecciones legislativas el 1 de noviembre. Para ello puso la condición de que no «se produzcan ataques contra el movimiento, el pueblo kurdo y las fuerzas de la guerrilla». La organización no habló de un alto el fuego.

La izquierda ha acusado directamente al Gobierno de inducir o, a menos, permitir el atentado, dada la ausencia de medidas contundentes contra el extremismo islámico que se expande por el país. También pidió al primer ministro que haga dimitir o destituya a los titulares de Interior y Justicia por su incapacidad de prevenir la peor masacre en la historia de Turquía.