Eitam y Naama Henkin, de unos 30 años, murieron tiroteados a manos de palestinos
03 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La muerte de un matrimonio de colonos judíos en Cisjordania a manos de palestinos amenaza con desencadenar una nueva escalada de violencia en Israel, donde los ánimos alterados por las confrontaciones en la Explanada de las Mezquitas no se han calmado y el recuerdo del bebé de 18 meses muerto a sus padres en un incendio provocado por extremistas judíos a finales de julio sigue vivo.
Eitam y Naama Henkin, de unos 30 años y vecinos del asentamiento de Neria, cerca de Ramala, murieron tiroteados cuando circulaban de noche entre las colonias de Itamar y Eilon More, según información del Ejército. Sus cuatro hijos, de edades comprendidas entre 4 meses y 9 años, fueron hallado ilesos en el asiento de atrás del coche.
Cuatro batallones del Ejército israelí, integrados por varios centenares de soldados, se lanzaron a la caza de los asesinos.
Al asesinato siguieron incidentes violentos en Cisjordania y Jerusalén Este. Judíos extremistas atacaron propiedades palestinas en Cisjordania e hicieron pintadas pidiendo «venganza».
El presidente israelí, Reuvén Rivlin, aseguró en el multitudinario entierro de los Henkin, que la violencia no detendrá la construcción de colonias.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, criticó al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, por que no emitió «ninguna condena». «Peor aún: hay altos dirigentes de su movimiento, Al Fatah, que elogian la acción», añadió.