Castro reclama a Obama que levante el embargo a Cuba y devuelva Guantánamo

EFE

INTERNACIONAL

KEVIN LAMARQUE | Reuters

Los presidentes de Estados Unidos y Cuba iniciaron en la sede de la ONU su segunda reunión tras el anuncio de la normalización de las relaciones bilaterales  

29 sep 2015 . Actualizado a las 19:12 h.

El presidente de Cuba, Raúl Castro, pidió a su homólogo estadounidense, Barack Obama, que utilice sus facultades ejecutivas para debilitar el embargo contra la isla si quiere seguir avanzando en el proceso de normalización de relaciones. 

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, explicó esta petición tras el encuentro que mantuvieron los dos presidentes en la sede de Naciones Unidas, una cita en la que Castro dijo que los avances hacia la normalización dependerán de lo que ocurra con el embargo. «No habrá normalización con bloqueo y no habrá progreso sustancial en el proceso de normalización sin cambios sustanciales en la aplicación del bloqueo», dijo Rodríguez, quien destacó que las decisiones ejecutivas tomadas hasta ahora por Obama «son de valor muy limitado».

El responsable cubano de Exteriores recordó que el presidente de EEUU dispone de «amplias facultades ejecutivas» que «le permitirían modificar sustancialmente muchos elementos de la aplicación del bloqueo».

Según Rodríguez, hasta ahora las acciones de Obama en ese ámbito «no tocan ningún hecho significativo de la aplicación del bloqueo contra Cuba» y su alcance y profundidad ha sido «limitadísima». «El bloqueo impuesto a Cuba persiste en su totalidad, está en completa aplicación, no ha sido en absoluto modificado», criticó el canciller.

«El ritmo del proceso de normalización de las relaciones bilaterales (...) dependerá del levantamiento del bloqueo, dependerá de que la realidad del bloqueo sea modificada sustancialmente mediante la utilización de las muy amplias facultades ejecutivas que conserva el presidente de los Estados Unidos», insistió.

Desde el anuncio en diciembre del inicio del proceso para la normalización bilateral, Obama ha pedido sin éxito al Congreso de Estados Unidos, controlado ahora por la oposición republicana, el levantamiento del embargo económico impuesto a Cuba hace más de medio siglo.

Castro, en su intervención este lunes ante la Asamblea General de la ONU, ya dejó claro que esa normalización de vínculos se alcanzará, entre otras cosas, cuando «se ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba». Como viene haciendo desde hace más de dos décadas, Cuba tiene previsto someter a votación el próximo 27 de octubre una resolución en la Asamblea condenando el embargo. Rodríguez dijo  desconocer cómo se pronunciará Estados Unidos, que por ahora ha dicho no haber decidido el sentido de su voto.

En el encuentro de este martes, el segundo entre los dos presidentes desde que se anunció el acercamiento entre sus países, el líder cubano «ratificó la voluntad de construir un nuevo tipo de relaciones», según dijo Rodríguez en una conferencia de prensa.

La cita, explicó el canciller, se desarrolló en «un ambiente respetuoso y constructivo» y sirvió para intercambiar impresiones sobre la visita del papa Francisco a los dos países, tratar la cooperación en «áreas de beneficio mutuo» y abordar cuestiones relativas a «la solución de problemas pendientes entre las dos naciones».

Rodríguez recordó que los dos países están ya dialogando en numerosas áreas como el medio ambiente, la lucha contra el narcotráfico, la búsqueda y salvamento de personas en el mar, el terrorismo, la salud o los servicios de correos. Además, dijo que Cuba está dispuesta a discutir un proceso de reparaciones económicas para resolver las reclamaciones que se hacen mutuamente ambas naciones.

El canciller destacó, sin embargo, que Washington y La Habana continúan manteniendo profundas diferencias en asuntos exteriores y en otros ámbitos. Entre otras, Rodríguez recordó que su Gobierno considera la devolución de los territorios donde se encuentra la base de Guantánamo como un «elemento de alta prioridad en el proceso de normalización».

Al mismo tiempo, consideró que «hay una oportunidad de avanzar significativamente en la normalización de las relaciones bilaterales en el periodo del presidente Obama» y que las dos partes deben «aprovechar el tiempo» que le queda en la Casa Blanca. Rodríguez recordó que Castro considera a Obama un «hombre honesto», del que admira «su origen humilde», y aseguró que los encuentros entre ambos han sido siempre «cordiales».

La Casa Blanca, por el momento, se ha limitado a señalar que en la reunión de los dos líderes hablaron del «proceso continuo de restablecer relaciones» entre EEUU y Cuba.

Su intervención ante la ONU

Los dos mandatarios intervinieron ante la Asamblea General de Naciones Unidas y ambos abordaron el embargo económico que pesa sobre la isla y que solamente el Congreso de Estados Unidos puede levantar por completo. En su discurso, Obama se mostró convencido de que el cambio llegará a Cuba, al defender la política de acercamiento emprendida el pasado diciembre y que resultó en el restablecimiento de relaciones diplomáticas y la reapertura de embajadas en Washington y La Habana en julio.«Estoy seguro de que el Congreso (de Estados Unidos) levantará inevitablemente un embargo que ya no debería estar ahí», enfatizó. También admitió que aún tiene «diferencias con el Gobierno cubano» y que Estados Unidos «seguirá defendiendo los derechos humanos» en la isla. 

Por su parte, Castro reiteró en su intervención que el «largo proceso de normalización de las relaciones» con Estados Unidos culminará cuando, entre otras medidas, el país norteamericano devuelva la base de Guantánamo y pague compensaciones por el embargo. La normalización de los vínculos con Estados Unidos acabará cuando, entre otras medidas, «se ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba», destacó Castro.

También «cuando se devuelva a nuestro país el territorio ocupado ilegalmente por la Base Naval de Guantánamo, cesen las transmisiones radiales y televisivas y los programas de subversión y desestabilización contra Cuba y se compense a nuestro pueblo por los daños humanos y económicos que aún sufre», agregó.

Como cada año desde hace más de dos décadas, Cuba está impulsando en la Asamblea General de la ONU una resolución crítica con el embargo y que pide su fin, un texto que habitualmente obtiene un respaldo mayoritario y siempre el voto en contra de Estados Unidos.

El Gobierno de Estados Unidos adelantó esta semana que aún no ha tomado una decisión sobre cómo votará en octubre ante ese documento, lo que ha alimentado las especulaciones acerca de que, por primera vez, podría optar por abstenerse. Mientras, funcionarios de los dos países iniciaron ayer los primeros contactos, a puerta cerrada en La Habana, para normalizar el servicio aéreo.

Además, representantes del «lobby» agrícola de los estados de Arkansas y Carolina del Norte se encuentran de visita en Cuba para explorar posibilidades de negocio y la secretaria de Comercio estadounidense, Penny Pritzker, viajará a La Habana los días 6 y 7 de octubre. La semana pasada entraron en vigor nuevas normas adoptadas por el Gobierno de Estados Unidos que amplían a sus ciudadanos las facilidades para viajar, hacer negocios, enviar remesas y prestar servicios de telecomunicaciones en Cuba, aunque el turismo sigue prohibido.