Bruselas dice que los resultados del 27S «son un asunto interno» de España

Afp

INTERNACIONAL

La Comisión se niega a valorar la votación de Cataluña

28 sep 2015 . Actualizado a las 18:24 h.

La Comisión Europea rehusó este lunes hacer comentarios sobre las elecciones autonómicas en Cataluña, en las que se impuso la independentista en escaños aunque no en votos, y señaló que los comicios «son un asunto interno» de España. «Es un tema interno de España, no corresponde a la Comisión expresar su opinión sobre temas de organización interna en materia constitucional», dijo Margaritis Schinas, portavoz de la Comisión, en una rueda de prensa.

«La Comisión (...) no comenta sobre elecciones regionales», insistió Schinas, «es una cuestión de principios». El portavoz precisó que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, «fue informado» del resultado de los comicios pero «no estuvo en contacto con Madrid o con el gobierno de Cataluña».

La Comisión Europea asegura que si Cataluña se independiza de España quedaría fuera de la Unión Europea (UE) y debería volver a pedir su entrada al bloque. Diferentes presidentes de esta institución reiteraron la posición establecida durante la presidencia del italiano Romano Prodi en el 2004. Entonces, Prodi, en respuesta a una pregunta de un eurodiputado, indicó que la UE existe por los «tratados concluidos entre los Estados miembros» y que se aplican a estos.

«Cuando una parte de un territorio de un Estado miembro deja de ser parte de ese Estado porque, por ejemplo se convirtió en un Estado independiente, (...) los tratados dejan de aplicarse a ese territorio», precisó entonces Prodi. «Dicho de otra forma, una región independizada recientemente, se convertiría, por su independencia, en un tercer país con respecto a la Unión y los tratados no se aplicarán más a su territorio desde el día de su independencia», continuó, según las minutas del Parlamento Europeo, agregando que podría hacer un pedido de admisión a la UE que debería entonces ser ratificado por todos los Estados miembros.

Esta posición la reiteró en el 2012 el entonces presidente de la Comisión José Manuel Barroso y es la misma que mantiene Juncker.