Amel, la bebé siria que nació con un trozo de metralla alojado en su frente

La Voz REDACCIÓN

INTERNACIONAL

Su madre, embarazada de nueve meses,  fue intervenida de urgencia tras un ataque áereo sobre un barrio residencial de Alepo

25 sep 2015 . Actualizado a las 21:25 h.

Las imágenes de la guerra que está asolando Siria permiten hacerse una idea, aunque todavía muy lejana, de lo que está sucediendo en el país. Ciudades deshabitadas e inhabitables, edificios derruidos, niños sumidos en llantos y miles de cadáveres tendidos en las calles son algunas de las fotos más repetidas desde que estalló el conflicto que ya se ha cobrado decenas de miles de vidas y que ha provocado una huida masiva de los sirios de su país.

Pero hay una instantánea que ha traspasado fronteras y que demuestra cómo el devastador conflicto está afectando a los sirios incluso antes de nacer. Se trata de una fotografía tomada en un un hospital de Alepo en la que puede verse a una recién nacida con heridas de metralla en su cabeza, justo encima de su ojo izquierdo.

Su madre Amira, embarazada de nueve meses, tuvo que ser intervenida de urgencia como consecuencia de las múltiples heridas sufridas tras un ataque aéreo llevado a cabo por las fuerzas del gobierno el pasado 18 de septiembre sobre una zona residencial de Alepo. Amira llegó al complejo hospitalario junto a sus tres hijos, también heridos durante la ofensiva, y tras ser examinada por los médicos, éstos decidieron que lo mejor era practicarle una cesárea.

Su sorpresa fue mayúscula cuando al sacar a la pequeña del vientre materno pudieron apreciar que tenía un trozo de metralla alojado en su frente. «No sabemos si la niña salvó a su madre, o fue su madre la que salvó al bebé», explicó uno de los médicos que las atendió. Sorprendidos por la crueldad de la situación, los médicos del Consejo Médico de la ciudad de Alepo decidieron grabar un vídeo y publicarlo en Facebook para tratar de mostrar al mundo la dureza de lo que está padeciendo la población siria.

La recién nacida fue bautizada con el nombre de Amel, que en árabe significa esperanza. Tras una complicada operación, madre e hija pudieron vivir este miércoles sus primeros momentos juntas y a salvo. «Ni siquiera había nacido y ya fue atacada», comentó el doctor Mohammed Tabbaa. «Esta es la situación. Espero que tenga un futuro mejor», añadió.