La OCDE estima que Europa recibirá un millón de refugiados en el 2015

Agencias

INTERNACIONAL

ANTONIO BAT | EFE

Los ministros de Interior de la Unión Europea se juntan en Bruselas para intentar lograr un acuerdo sobre la crisis migratoria

22 sep 2015 . Actualizado a las 17:52 h.

La crisis de refugiados que vive la Unión Europea puede traducirse en la llegada de un millón de demandantes de asilo este año, frente a los 630.000 de 2014, según la OCDE, que vaticina que persistirá esta situación de urgencia pues los flujos seguirán siendo grandes.

En su informe anual sobre migraciones publicado este martes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) incluyó un apéndice en el que subraya que, pese a la magnitud del fenómeno, «Europa tiene tanto la obligación como la capacidad de manejar esta trágica crisis sin precedentes».

Y señaló que si los esfuerzos de los países europeos se ha centrado en salvar vidas en el mar y en el reparto de la carga, «ahora llega el momento de centrar la atención en medidas de emergencia para recibir a los refugiados y acelerar el proceso de las demandas de asilo para impedir que se generen grandes bolsas con periodos de procesamiento más largos».

Reunión de ministros

Los ministros de Interior de la Unión Europea se reúnen este martes en Bruselas para intentar lograr un acuerdo sobre la crisis migratoria que, según la OCDE, no tiene precedentes y corre el riesgo de alargarse.

En total, un millón de demandas de asilo podrían presentarse en el 2015 en los países de la UE, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Este organismo, que agrupa a los países desarrollados, aseguró en un informe publicado el martes que el continente tiene la capacidad y la «obligación» de acoger a refugiados

Además, califica la situación de «crisis humanitaria sin precedentes» que no se va a estabilizar a «corto plazo», pues se esperan «flujos importantes» de migrantes «en los próximos años».

Por otro lado, los servicios de inteligencia de Alemania -país dispuesto a recibir entre 800.000 y un millón de refugiados- se mostraron este martes «preocupados» por los intentos de islamistas radicales de reclutar entre los cientos de miles que llegaron al país.

«Nos preocupa mucho que islamistas intenten, bajo la apariencia de ayuda humanitaria, aprovechar la situación de los refugiados haciendo proselitismo e intentando reclutarlos», indicó la Oficina de Inteligencia Interior en un comunicado.

Un difícil compromiso

En la reunión de este martes en Bruselas, los ministros de Interior de la UE tratarán de hallar un consenso sobre la crisis, antes del Consejo Europeo del miércoles, con los jefes de Estado y de gobierno.

El objetivo es que 120.000 refugiados de Siria e Irak, elegibles para obtener el derecho de asilo, sean repartidos automáticamente según un sistema de cuotas entre todos los países de la Unión.

Luxemburgo, que asegura la presidencia temporal de la UE, intenta forjar un compromiso para evitar este martes otro fracaso europeo ante la crisis migratoria.

Según fuentes de la presidencia luxemburguesa, la propuesta original de la Comisión Europea de que sean obligatorias las cuotas de repartición podría ser flexibilizada, para llegar a ese compromiso.

El llamado grupo de Visegrado, formado por Hungría, Polonia, República checa y Eslovaquía, hace frente común contra las iniciativas europeas, en particular la repartición obligatoria de refugiados.

Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), las reuniones de esta semana en Bruselas constituyen probablemente la «última oportunidad de Europa para llegar a una respuesta unida y coherente» ante la crisis.

Melissa Fleming, portavoz de Acnur, al llamar a los países a preparar centros adecuados de acogida, recordó: «Estamos hablando de un promedio de 6.000 personas que llegan a diario a las costas europeas».

El propio secretario general de la ONU Ban Ki-moon dijo, en víspera de la reunión ministerial de Bruselas, que está «muy preocupado por la degradación de la situación de migrantes y refugiados que llegan a Europa» y llamó a los dirigentes europeos a «mostrar compasión» y adoptar una «postura común conforme a sus obligaciones internacionales».

«No hay otra opción que irse»

Abdulá, de 35 años, un sirio padre de dos niños, que salió de la devastada ciudad de Alepo, es uno de esos cientos de miles de refugiados.

«No había otra opción que irse. Nos estábamos muriendo día a día» afirma a la AFP en Estambul, donde ha trabajado durante tres años para ahorrar dinero e iniciar pronto un viaje a Europa.

Por su parte, el primer ministro griego Alexis Tsipras, exhortó a que se comparta la responsabilidad ante el reto migratorio «porque de otra forma no se puede hablar de una Europa unida».

Decenas de miles de refugiados, en su mayoría sirios e iraquíes, han llegado a las islas griegas en precarias embarcaciones desde la costa de Turquía. Muchos de ellos han perecido ahogados en la travesía.

En lo que va de año, cerca de medio millón de personas se han lanzado en peligrosos periplos por el Mediterráneo para llegar a Europa, según cifras oficiales. Cerca de 2.800 han perecido, en su mayoría ahogados.