«Dimos la batalla con seriedad, al parecer el resultado da la victoria a Syriza y a Tsipras. Le felicito, el resto lo discutiremos», afirmó Meimarakis en declaraciones a los medios a su llegada a la sede de la formación, cerca del centro de Atenas.
Pero, sin duda, una de las grandes protagonistas de estos comicios ha sido la abstención, que rondó el 45 %, la mayor registrada en Grecia, donde el voto es obligatorio. El neonazi Amanecer Dorado, con alrededor del 7 % de los votos y 19 escaños, se ha erigido como el otro gran vencedor, ya que consigue consolidarse como tercera fuerza parlamentaria y ha incrementado cerca de un punto porcentual su resultado de enero. «El pueblo no ha vivido todavía en carne propia las consecuencias del programa de rescate y por eso ha votado a Syriza», afirmó el diputado ultraderechista Ilias Kasidiaris.