Así, recordó que países como «Arabia Saudí y Qatar han cerrado sus fronteras y no aceptan a los refugiados sirios».
Continuar viaje hacia Alemania
A pesar del visible cansancio, la gran mayoría de los recién llegados quieren continuar viaje hacia Alemania, país que aseguró que no trasladará a los refugiados sirios de vuelta a ningún otro Estado, como puede pasar en Austria en base a la normativa Dublín III, que las autoridades alemanas han suspendido temporalmente, pero no las austríacas.
Uno de los muchos ejemplos es Teima, de 22 años, que, agotada, explica a Efe que sigue rumbo a la ciudad alemana de Hamburgo con Amir, su hijo de dos años.
La mayoría de los refugiados tienen detrás de sí una ardua travesía, pues llegaron a Hungría por la llamada «ruta de los Balcanes», que pasa por Grecia, Macedonia y Serbia.
En Hungría pasaron días esperando en la estación de ferrocarriles Keleti para poder subir a un tren que los lleve hacia Europa occidental.
Ayer, una parte de ellos se cansó de esperar y partió hacia el mediodía a pie en una marcha hacia la frontera austríaca, a más de 200 kilómetros de la capital húngara, pero anoche, cuando se encontraban a unos 27 kilómetros, el Gobierno de Budapest anunció que ponía a su disposición un centenar de autobuses para trasladarlos a la frontera.
Austria y Alemania dieron poco después la luz verde para la entrada y el paso de los refugiados en sus territorios.