El Estado Islámico dinamita el templo de Bel en Palmira

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INTERNACIONAL

EFE

Imágenes de satélite difundidas por la ONU confirman la destrucción del santuario más importante de la ciudad siria

01 sep 2015 . Actualizado a las 07:37 h.

Estado Islámico ha dinamitado el extraordinario templo de Bel, según imágenes de satélite difundidas por la ONU que confirmaron el lunes la destrucción el domingo del santuario más importante del la ciudad antigua siria de Palmira, patrimonio de la Humanidad.

Este es el segundo acto de destrucción cometido en el plazo de una semana por los yihadistas contra un templo de Palmira, conjunto arqueológico declarado por la UNESCO patrimonio de la Humanidad. «Podemos confirmar la destrucción del principal edificio del templo de Bel, además de una fila de columnas colindante», informó el Instituto de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigaciones (UNITAR), que comparó imágenes de satélite obtenidas antes y después de una potente explosión registrada este lunes. En una imagen del 27 de agosto se ve con claridad el templo, una estructura rectangular rodeada de columnas, cuya construcción concluyó el siglo II. En otra foto, de este lunes, solo son visibles unas columnas situadas en un extremo del emplazamiento.

El domingo, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), anunció que el grupo Estado Islámico hizo estallar una parte del templo de Bel. Mohamed Hasan al Homsi, un militante anti-régimen de Palmira, también dijo que el templo había sido destruido parcialmente. «Utilizaron recipientes y barriles llenos de explosivos, preparados con antelación».

«El templo más hermoso»

El templo de Bel, conocido como la «perla del desierto», era sin duda el templo más impresionante de Palmira. «Combina de forma única el arte oriental y el arte greco-romano. Aún conserva todos los atributos de los templos antiguos, el altar, las columnas. Junto al templo de Baalbek en Líbano, es el templo más hermoso de Medio Oriente», dijo Abdelkarim.

Su construcción inició en el año 32 d.C y llevó más de un siglo. Fue conquistado en mayo por EI, grupo que ha destruido ya varias joyas arqueológicas en Irak. Antes de la guerra en Siria, 150.000 turistas al año visitaban este templo. El Estado Islámico considera objetos de idolatría las obras religiosas pre-islámicas, principalmente las estatuas.

El 23 de agosto, el grupo yihadista destruyó totalmente con explosivos el templo de Baal Shamin derribando la «cella» (parte cerrada del templo) y las columnas contiguas se desplomaron. Unos días después, EI difundía imágenes del templo reducido a un montón de escombros.

Además de destruir el templo de Baal Shamin, acto denunciado por la UNESCO como un «crimen de guerra», los yihadistas decapitaron, mutilaron y colgaron de un poste el 18 de agosto al arqueólogo sirio Jaled al Asad, de 82 años, director durante 40 años del parque arqueológico de Palmira.

Cerca de Damasco

En Damasco, se registraban el lunes luchas callejeras entre el Estado Islámico y rebeldes islamistas, que se acercaban poco a poco al centro de la capital siria. Los choques se produjeron en Qadam, barrio del sur de la capital, donde el grupo yihadista tomó el control de dos calles este fin de semana, según el OSDH. «Es el punto más cercano del corazón de la capital al que haya llegado el Estado Islámico», dijo el director de esta oenegé, Rami Abdel Rahman, quien dio un balance de 15 muertos el domingo en combates que obligaron a los civiles a huir.

Una fuente de la seguridad siria confirmó que hubo combates en esta zona. «Estamos contentos que luchen entre ellos, pero seguimos de cerca la situación para reaccionar en caso de que avancen hacia los sectores controlados por el gobierno», dijo esta fuente a la AFP.

Según el OSDH, en Qadam reinaba una calma relativa desde la entrada en vigor hace un año de una tregua entre rebeldes y fuerzas del régimen. En otras regiones del país, el Frente al Norsa, brazo sirio de Al Qaida, y sus aliados islamistas, se acercaban al pueblo chiita de Fua, después de haber tomada la localidad limítrofe de Sawaghiyé, en la provincia de Idleb (noroeste). Dos civiles y nueve combatientes de ambos bandos murieron en combates en esta localidad, según el OSDH.

Fua, Kafraya -otra localidad chiita- y el aeropuerto de Abu Duhur, son los últimos tres puntos controlados aún por el régimen de Bashar al Asad en esta provincia cercana a Turquía, en manos rebeldes. Más de 240.000 personas han muerto desde que inició el conflicto sirio en 2011, donde los combates oponen al régimen, rebeldes, fuerzas kurdas y yihadistas en un territorio cada vez más fragmentado.

En Damasco, el veredicto del proceso de un célebre defensor sirio de los derechos humanos y crítico con el régimen de Bashar al Asad, Mazen Darwich, y dos colegas suyos fue aplazado al 16 de septiembre, indicó uno de los abogados. Detenido en febrero de 2012, Darwich fue puesto den libertad el 10 de agosto tras más de tres años de reclusión denunciada como arbitraria.