La policía de Macedonia recurre a gases lacrimógenos para dispersar a los inmigrantes

La Voz EFE / EUROPA PRESS

INTERNACIONAL

Las fuerzas de seguridad macedonias colocaron además unas alambradas de espino para cercar a los refugiados que intentan cruzar la frontera con Grecia

21 ago 2015 . Actualizado a las 20:30 h.

La policía de Macedonia lanzó gases lacrimógenos y granadas aturdidoras contra los refugiados que intentaban atravesar el paso fronterizo con Grecia, después de que ayer el Gobierno decretase el estado de emergencia en las fronteras ante la masiva entrada de inmigrantes que vive el país. 

Según la agencia de noticias griega AMNA, los agentes intentaron dispersar a unos 2.000 inmigrantes, en su mayoría refugiados, que estaban bloqueados en Eidomeni, el paso fronterizo del sur de la Antigua República Yugoslavia de Macedonia. Para hacerlo y mantener a distancia a los inmigrantes, la policía colocó además en la frontera unas alambradas de espino de una longitud de entre 200 y 300 metros.

Hubo diez heridos, según AMNA, que cita a un equipo de la ONG Médicos Sin Fronteras en la zona y detalla que cuatro de ellos están graves y fueron transportados en ambulancias al hospital de Kilkis, en territorio griego. Los demás, en cambio, fueron transferidos al centro de salud de Polykastro, también en zona helena.

El presidente de la República macedonia, Gjorge Ivanov, firmó ayer una decisión sobre la participación del ejército en la crisis migratoria para hacer frente al aumento de flujos de inmigrantes y refugiados que quieren atravesar el país, en dirección a los países del centro y el norte de Europa. Según cifras oficiales, más de 40.000 indocumentados llegaron a Macedonia en los dos últimos meses. Los medios locales apuntan a que al menos 1.500 de ellos están a la espera de poder atravesar el paso fronterizo de Eidomeni.

Las autoridades dejan pasar a cientos de inmigrantes

Las autoridades macedonias han permitido el paso de cientos de inmigrantes y solicitantes de asilo que se habían agolpado en la frontera con Grecia, horas después de que las fuerzas de seguridad dispersasen a la multitud con gases lacrimógenos. «La Policía se ha movido y hemos entrado, nadie nos ha detenido», ha dicho una de estas personas, en declaraciones a la agencia Reuters. Miles de inmigrantes habían pasado una noche en tierra de nadie tras el decreto de emergencia que suponía el cierre efectivo de la frontera macedonia.

Hasta esta zona han llegado diariamente entre 1.500 y 2.000 personas en las últimas semanas, diez veces más que el número habitual previo al verano y se han ido acumulando en una estación de tren cercana al lugar de los incidentes, el punto de control fronterizo de Gevgelija.

El Ministerio del Interior de Macedonia ha explicado en un comunicado que permitirá el paso de un número limitado de refugiados, según la agencia de noticias MIA. Con esta medida, el Gobierno quiere abrir la puerta a los colectivos más vulnerables y evitar que los inmigrantes utilicen métodos ilegales para llegar al país.

Interior ha añadido que efectivos del Ejército se sumarán a los de la Policía para aumentar la vigilancia en la frontera con Grecia, donde se ha disparado la tensión desde el jueves. Tras el cierre del paso, el número de solicitudes de asilo ha caído desde más de mil diarias a menos de 200 -en su mayoría sirios-. Macedonia se ha declarado incapacitada para lidiar con el flujo de refugiados; una situación agravada por las tensiones históricas de los últimos 20 años con Macedonia, ya que ambos países están involucrados en una disputa desde el cambio de nombre de esta última tras independizarse de la antigua Yugoslavia en 1991. No obstante, el alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha mandado efectivos al lugar, así como Cruz Roja. La ONU pedido al Gobierno macedonio que, al menos, abra sitio en la frontera para permitir que los inmigrantes no sufran problemas de espacio.

Bruselas ofrece 90.000 euros de ayuda para hacer frente a la crisis migratoria

La Comisión Europea ha concedido 90.000 euros de ayuda humanitaria a las autoridades macedonias para hacer frente a la crisis migratoria en el país y ha evitado pronunciarse sobre el uso de gas lacrimógeno por parte de la Policía para hacer retroceder a una multitud de inmigrantes y refugiados que tratan de entrar en el país desde Grecia. «Hemos visto las informaciones, pero todavía estamos intentando establecer los hechos», ha explicado en rueda de prensa Catherine Ray, portavoz de la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, preguntada si Bruselas avala el uso de gas lacrimógeno.