La bandera de EE.UU. ondeará desde hoy en Cuba, 54 años después

Milagros L. de Guereño LA HABANA / COLPISA

INTERNACIONAL

Trabajadores colocan una tarima ante la embajada de Estados Unidos en el Malecón de La Habana.
Trabajadores colocan una tarima ante la embajada de Estados Unidos en el Malecón de La Habana. YAMIL LAGE | AFP

John Kerry se encontrará con disidentes al final de su histórica visita a la isla

14 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Solo la entonación de la voz cambia el sentido a la frase: «¡Qué vienen los americanos!». Hace unos años se escuchaba con temor y antipatía. Ahora suena a amistad y esperanza entre una gran mayoría de cubanos que se enfundan en camisetas o adornan sus coches con los colores de la bandera que hoy ondeará oficialmente por primera vez en 54 años en la Embajada de Estados Unidos. El encargado de izarla será el secretario de Estado, John Kerry, junto con los tres marines que la arriaron en 1961. Los medios isleños, todos dependientes del Estado, han mantenido una aparente apatía sobre su presencia y han optado por informar con más detalle sobre la visita en septiembre del papa.

Todo está preparado para la ceremonia histórica y no solo simbólica. Con la visita de Kerry, que viaja acompañado de destacados funcionarios y políticos, se cierra la fase del restablecimiento de relaciones anunciadas por Barack Obama y Raúl Castro el pasado 17 de diciembre. Durante la única jornada en que el jefe de la diplomacia estadounidense permanecerá en la isla, será recibido por su homólogo, Bruno Rodríguez Parrilla, y ofrecerán una conferencia de prensa conjunta.

El contacto con los opositores, pues ninguno ha sido invitado a la ceremonia en el malecón habanero, será por la tarde en la residencia del jefe interino de la misión, Jeffrey DeLaurentis. En una entrevista con el Miami Herald y la CNN en Español, Kerry justificó la ausencia de disidentes en el acto en «que es fundamentalmente de Gobierno a Gobierno, con un espacio muy limitado».

Algunos expertos consideran que la estrategia es mantener un perfil bajo, reclamar el respeto a los derechos humanos ante Rodríguez, pero sin suscitar confrontaciones. Y al recibir por la tarde a Berta Soler, de las Damas de Blanco; a Elizardo Sánchez Santa Cruz, líder de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional; a Antonio G. Rodiles, fundador del Estado de Sats, entre otros, intentará acallar las críticas en casa, en particular de senadores anticastristas como Marco Rubio.

Esa división entre cubanos, vigente desde 1961 se arrastró hasta que el pasado 20 de julio ambas naciones reanudaron sus lazos bilaterales. A juicio del periodista y profesor Jorge Gómez Barata, se trata de «pasar la página». Los presidentes no proclamaron victoria, «no hay empate, y sí una complicada dialéctica propicia para nuevos comienzos». El investigador invita a no «hacerse ilusiones. Cuba se enfrenta a esos desafíos en condiciones económicas desventajosas, y en momentos en que la crisis y los ajustes dan lugar a tensiones sociales diversas.