Oleada de detenciones en Cuba en vísperas de la visita de John Kerry

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Rolando Pujol | EFE

Los disidentes crean una mesa de unidad para «el nuevo contexto de diálogo»

12 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En vísperas de la visita del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, a La Habana para inaugurar la embajada, Washington ha expresado su «profunda preocupación» por las detenciones masivas en Cuba por motivos políticos. Unos 90 opositores cubanos, entre ellos medio centenar de las Damas de Blanco, protestaron el domingo contra el acercamiento entre ambos países. Policías uniformados y de civil, acompañados por piquetes de oficialistas, rodearon a los opositores y los arrestaron. Cuatro horas después fueron liberados.

Los opositores cubanos se manifestaban, ataviados con caretas de Barack Obama, por temor a perder a su principal aliado en su lucha por recuperar la democracia. El disidente Antonio Rodiles explicaba a France Press que esta cuestión «ha quedado como en un segundo plano», mientras que, en su opinión, «el proceso debió estar condicionado» a avances en derechos humanos.

Aunque las detenciones no alterarán el programa previsto para la inauguración de la embajada pasado mañana, John Kirby, portavoz del Departamento de Estado, afirmó en su rueda de prensa diaria que su Gobierno continuará trabajando «por los derechos de reunión pacífica, asociación y libertad de expresión, y [...] por la mejoría de las condiciones de derechos humanos y reformas democráticas en Cuba», agregó.

La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) denunció que en julio se produjeron al menos «674 detenciones arbitrarias», un número inédito desde junio del 2014, en que se contabilizaron 963, lo que demuestra, según la CCDHRN, que en la isla queda mucho camino por recorrer hasta que desaparezca la represión política.

Novedosa es, en cambio, la creación de la Mesa de Unidad de Acción Democrática (MUAD), la plataforma en la que se ha unido la oposición cubana para afrontar el escenario político que se abre tras el deshielo. La MUAD intenta concertar a las diferentes ideologías de la llamada «sociedad civil independiente», como le gusta llamarse a sí misma a la oposición al castrismo, para «trabajar en un nuevo contexto de diálogo». El restablecimiento de relaciones «pone fin a la guerra fría» en América, pero de un modo controvertido», según la recién nacida MUAD, mientras «no se respetan los derechos fundamentales y la posibilidad de los ciudadanos de decidir libremente su opción política».

Kerry presidirá el viernes 14 la reapertura de la embajada e izará la bandera de EE.UU. en el Malecón de La Habana, 25 días después de que el canciller cubano, Bruno Rodríguez, hiciera lo mismo en Washington. El jefe provisional de la misión, Jeffrey DeLaurentis, aseguró que los diplomáticos estadounidenses podrán finalmente viajar con libertad por la isla, uno de los puntos que retrasó el histórico paso.

«Ahora podremos establecer contactos con muchos más cubanos en toda la isla», explicó. «Queremos crear una embajada acogedora, en la que puedan visitarnos tanto cubanos como norteamericanos [...] para contribuir a la reconciliación», añadió.