Más de 225.000 inmigrantes llegaron a Europa por el Mediterráneo en el 2015

EFE GINEBRA

INTERNACIONAL

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El lugar a donde más inmigrantes han llegado es Grecia, en la que se ha producido el desembarco de más de la mitad de ellos, unos 124.000

07 ago 2015 . Actualizado a las 16:16 h.

Más de 225.000 inmigrantes y refugiados han llegado este año a Europa por el Mar Mediterráneo, de los cuales, más de la mitad, unos 124.000 aproximadamente, desembarcaron en Grecia, principalmente en las islas de Lesvos, Kos, Quios, Samos y Leros. Los desembarcos en el país heleno han aumentado un 750% entre el 1 de enero y el pasado 31 de julio, con respecto al mismo periodo del 2014, según precisó hoy la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Sólo en julio se reportaron 50.000 llegadas a Grecia, lo que significó 20.000 más que el mes anterior. El organismo humanitario de la ONU calificó de «caóticas» las condiciones de recepción de los que llegan a diario a las costas griegas y de los cuales la gran mayoría son sirios (63%, en lo que va del año). Su procedencia, de un país que se encuentra en guerra civil desde hace cuatro años, no deja ningún tipo de duda de que se trata de refugiados, con derecho a una protección internacional.

Afganistán e Irak, que también sufren de conflictos armados, son los otros dos países de los que proceden el mayor número de refugiados que llegan a Grecia. Al tiempo que comunicó estas nuevas estadísticas, el ACNUR reveló que Grecia no ofrece ni las más mínimas condiciones de recepción requeridas para estas víctimas de conflictos y persecución. «Hay un caos total en las islas griegas, no hay lugares de cobijo. Pedimos al Gobierno de Grecia que asuma el liderazgo y coordinación de la repuesta a esta emergencia», dijo en una rueda de prensa el director para Europa del ACNUR, Vincent Cohetel.

«Somos conscientes de las limitaciones del Gobierno griego, pero le pedimos que asigne lugares para los refugiados. Hay muchos cuarteles militares sin utilizar o tierras no cultivadas... cualquier cosa es mejor que nada», declaró. Cohetel sostuvo que, más allá de la falta de recursos que se aprecia en Grecia, es todavía más preocupante que «nadie lidere la respuesta a esta crisis, lo que hace más difícil para los operadores humanitarios participar en el esfuerzo».

Mencionó el caso de la Iska de Kos, donde a diario desembarcan un millar de inmigrantes, que permanecen allí de tres a cuatro días antes de trasladarse al continente, para lo que deben conseguir por sus propios medios un billete de ferry. Esto hace que existan entre 3.000 y 4.000 personas que necesitan asistencia vital en esa isla, pero que no cuentan con lugar donde cobijarse y las organizaciones de ayuda no pueden prestarles auxilio. Pocas islas tienen espacios para recibir inmigrantes y todos los que existen son pequeños, están repletos «y parecen más centros de recepción que de acogida», comentó el representante del ACNUR.

Los desafíos no se limitan a las islas griegas a las que llegan los refugiados, sino que se extiende a otras partes del país, incluido Atenas. Un caso que ilustra perfectamente la precariedad de la situación en la capital de Grecia, es el del medio millar de inmigrantes, principalmente familias afganas con niños muy pequeños, que viven en un estacionamiento. «Distribuir comida a la gente en plena calle... sin que haya al menos un sistema de recogida de desechos no representa, en absoluto, condiciones de recepción apropiadas y hace más difícil nuestro trabajo», explicó Cohetel.

El responsable declaró que en treinta años que lleva trabajando con el ACNUR, durante los cuales fue testigo de varias crisis de refugiados en Africa y Asia, nunca vio una situación tan dramática como la que se produce en las islas griegas, que visitó recientemente. «Esto es la Unión Europa y es totalmente vergonzoso», enfatizó. Consideró fundamental que la «Unión Europea reaccione de inmediato a esta emergencia de refugiados, que asuma el liderazgo, con muchos más recursos financieros y asistencia técnica de la que han otorgado hasta hoy».

Opinó que el cupo de 16.000 personas para el reasentamiento de refugiados ofrecidos por la Unión Europea para los próximos dos años «es demasiado poco y tardío».