La eurozona da tres días a Tsipras para aceptar duros ajustes o dejar el euro

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

OLIVIER HOSLET | EFE

La oferta incluye un plan de privatizaciones para asegurar que Grecia devuelve la deuda

13 jul 2015 . Actualizado a las 08:46 h.

Grecia pagará muy cara su permanencia en el euro si decide quedarse. El pulso de cinco meses que el Gobierno de Syriza ha echado a sus socios del euro tendrá un coste altísimo para Alexis Tsipras y los ciudadanos helenos, para quienes el futuro inmediato les depara una nueva vida fuera del euro o una nueva etapa de duros sacrificios.

El líder griego entró en shock anoche durante la reunión que mantuvieron los 19 líderes del eurozona para tratar de dar luz verde al inicio de las conversaciones sobre el tercer rescate heleno. Grecia necesita unos 86.000 millones de euros para cubrir sus necesidades financieras en los próximos tres años. 

A la mesa de negociaciones llegaron las exigencias del Eurogrupo. Una batería de condiciones escritas en inglés pero con la característica letra alemana: subidas del IVA, más recortes en las pensiones y en el gasto público, más flexibilidad laboral y adelgazamiento de las Administraciones. Todo ello sazonado con un plan durísimo de privatizaciones para asegurar que Grecia devuelve hasta el último céntimo que debe a sus acreedores europeos. En él se incluye la propuesta de crear un fondo con la venta de activos públicos griegos por valor de hasta 50.000 millones de euros. El Estado griego lo gestionaría, pero Berlín sugiere que se haga bajo supervisión europea para mantener el control.

No fue tarea fácil alumbrar el texto. La división entre los ministros de Finanzas del euro fue insólita. Los reproches, las acusaciones y los malos gestos también tuvieron como diana a las instituciones europeas. Los halcones de la austeridad ?con el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, a la cabeza? sacaron ayer músculo para apretar de nuevo las tuercas a Grecia y forzar la capitulación de Alexis Tsipras. 

Alemania, Finlandia, Holanda, los países bálticos y Eslovaquia se mostraron implacables: «No habrá un acuerdo a cualquier precio», advertía a su llegada la canciller Angela Merkel. El presidente François Hollande trató de mediar y mostró su apoyo a Grecia: «Francia hará todo lo necesario para alcanzar un acuerdo, las negociaciones no son solo sobre Grecia, son sobre Europa», indicó. Tsipras aterrizaba predispuesto a aceptar compromisos, aunque fuesen más allá de sus promesas electorales: «Quiero alcanzar un compromiso honesto. Podemos lograrlo si todas las partes quieren». Pero algunos llegaron con el guion de los acontecimientos ya escrito ante la hostilidad de su electorado a un nuevo rescate. El propio presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, tuvo que pedir clemencia en público: «Grecia y su gente no deben ser humilladas». 

«Nadie está bloqueando el acuerdo, pero la condicionalidad presentada por Grecia no es suficiente», justificó el primer ministro finlandés, Alex Stubb, cuyo Gobierno se opone a ayudar de nuevo a Atenas. 

¿Qué pasará después de este ultimátum? Si Tsipras rechaza en primera instancia el paquete de condiciones, cerrará la puerta al rescate y a la financiación del BCE. La situación precipitaría el grexit. Si decide aceptarlo, tiene hasta el miércoles por la noche para someterlo a votación en el Parlamento griego. Nadie garantiza que los diputados de su partido le den el visto bueno. De hacerlo, se iniciarían las conversaciones con la troika. Solo entonces se hablaría de reestructurar su deuda (180 % del PIB) y de liquidez de emergencia para pagar sus facturas al FMI y el BCE en los próximos meses. 

La presión de Berlín abre grietas entre los socios

El plan Schäuble para la suspensión de Grecia en la eurozona durante cinco años (un texto entre corchetes al final del borrador del Eurogrupo) solo fue la punta de lanza de todo un compendio de propuestas y exigencias que los halcones del euro defendieron ayer en Bruselas. El ministro alemán de Finanzas llevó a la mesa del Eurogrupo esa idea en forma de ultimátum ?o lo toman o lo dejan?,  ante la perspectiva de que el Gobierno de Alexis Tsipras se negase a aceptar las dolorosísimas condiciones que le habían preparado. Y lo hizo ante el monumental enfado de otras delegaciones que en las últimas horas han salido en defensa de Grecia para garantizar la «irreversibilidad» del euro y el equilibrio de fuerzas en la Unión. 

Matteo Renzi fue el primero en decir basta a los excesos de Berlín: «Italia no quiere a Grecia fuera del euro. A Alemania le digo que suficiente es suficiente (?). Humillar a un socio europeo después de que se haya rendido es impensable». François Hollande, criticado dentro de su partido por su falta de reacción, alzó la voz ayer para dejar claro que Francia no permitirá parches o atajos a la carta: «No habrá grexit temporal. O Grecia está en el euro o no está», aseguró. 

De madrugada fue retirada del texto del Eurogrupo la referencia al grexit temporal, pero Alemania puede volver a meterla si Grecia no acepta el fondo de hasta 50.000 m de euros. El problema es que Tsipras no quiere que le controlen el proceso de privatizaciones. 

La ambición germana también ha abierto una grieta dentro de la familia socialdemócrata europea.  «Schäuble es un irresponsable. Sus tramas y juegos políticos empujan a Grecia hacia el grexit», denunció el jefe de los eurodiputados progresistas, Gianni Pittella. El presidente de la Eurocámara, alemán y socialista, Martin Schulz, aclaró que «la salida temporal no es una opción». 

Medidas prioritarias

Privatizaciones

Para el fondo. Un amplio programa de privatizaciones para pagar sus deudas, entre ellas la red de suministro de energía. Las ganancias de las ventas irían a un fondo público de activos hasta reunir 50.000 millones.

Gasto Público

Recortes. Reducción sustancial del gasto público, adelgazando el cuerpo de funcionarios y el gasto de las administraciones. 

Mercado Laboral

Convenios colectivos. Revisar las condiciones de negociación entre empresarios y trabajadores. Más flexibilización del mercado laboral en línea con los estándares en la UE. 

IVA

Subida. Alzar las bases impositivas (6 % para el súper reducido, 13 % reducido y 23 % general).

Pensiones

Más sacrificios. Reforma más amplia, con más sacrificios para los pensionistas. Medidas adicionales que compensen una decisión judicial del 2012 por la que se echó atrás algunos recortes.

Troika

FMI. Atenas tendrá que aceptar de nuevo las revisiones del organismo comandado por Lagarde.