Turquía abre la frontera a miles de sirios que huyen de los combates

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BULENT KILIC | Afp

Ankara había bloqueado la entrada a refugiados ante el masivo flujo, asegurando que solo los dejaría entrar en caso de tragedia humana

15 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Turquía se vio obligado ayer a abrir su frontera tras la tragedia humana que se cernía sobre miles de civiles sirios atrapados entre las alambradas y los combates entre yihadistas y fuerzas kurdas en la cercana localidad de Tall Abyad. Ankara había bloqueado el miércoles la entrada a los refugiados ante el masivo flujo (unos 15.000 en una semana), asegurando que solo los dejaría entrar en caso de tragedia humana.

Ayer por la mañana, el Ejército turco seguía prohibiéndoles la entrada e incluso recurrió a cañones de agua y gas lacrimógeno para mantenerlos alejados, constató el corresponsal de AFP. Sin embargo, algunos hombres consiguieron encaramarse a las vallas fronterizas más allá del paso oficial de Akçakale y pasar al lado turco con sus mujeres y niños, huyendo de un grupo de yihadistas armados que intentaban impedírselo. A mediodía llegó la orden de Ankara de reabrir el paso fronterizo. Con la política de «puertas abiertas», Turquía ha acogido a 1,8 millones de sirios, pero en los últimos meses el presidente de Erdogan hizo pública su irritación por el alto número de refugiados que tiene que atender y la falta de implicación de Europa.

La crisis se produjo tras el cerco de las milicias kurdas del YPG a Tall Abyad, utilizada por el Estado Islámico para el paso de sus combatientes en su bastión en Raqa, apoyadas por brigadas rebeldes y por los ataques aéreos de la coalición liderada por EE.UU.