Hillary Clinton lanza su campaña a la Casa Blanca prometiendo luchar por la clase media

Victoria Toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

BRENDAN MCDERMID | Reuters

En el mitin de Nueva York mostró su imagen de mujer cercana y progresista

13 jun 2015 . Actualizado a las 23:48 h.

«Quiero una América en la que un padre pueda decirle a su hija: puedes ser lo que quieras, incluso presidenta de EE.UU.», esa idea resume el primer gran mitin de campaña de Hillary Clinton, ayer en Nueva York y ante miles de personas. En un día muy caluroso y húmedo en la Gran Manzana, las puertas del recinto en el que iba a hablar Clinton se abrieron tres horas antes del discurso.

A las doce llegó la ex primera dama, ex senadora y ex secretaria de Estado que puede convertirse en la primera mujer presidenta del país. El discurso dejó clara cuál es la estrategia de campaña: atraer a las mujeres, dejar atrás su imagen de persona alejada de la gente normal y combatir ferozmente a los republicanos desde el principio.

En cuanto a la primera de esas líneas, todo lo que tiene que ver con las mujeres y la infancia son temas muy próximos a ella y en los que ha trabajado en el ámbito público como primera dama, como senadora y como secretaria de Estado. Lo que parece que tiene más complicado es ese intento de parecer una persona normal.

Humor ante las críticas

Muchos estadounidenses la consideran una millonaria que no sabe nada de la gente corriente. Acabar con esa imagen es el principal reto de su campaña. Desde que anunció oficialmente que se presentaba, hace menos de dos meses, Clinton solo ha participado en mesas redondas y actos con poco público para ir acercándose a esa imagen de abuela cercana y a la vez preparada para gobernar. El mitin de ayer era la primera gran prueba de si esa transformación le llega a los votantes. Esa es la razón de que echara mano del humor. Sobre los que critican que sea demasiado vieja (tiene 68 años) para ser presidenta dijo: «En la Casa Blanca no se verán mis canas, llevo muchos años tiñéndome el pelo». Y añadió: «Tal vez no sea la más joven entre los candidatos de esta elección, pero seré la mujer presidenta más joven de la historia de EE.UU. ¡y la primera abuela!».

A parte las bromas, Hillary Clinton entró de lleno en la que es la tercera línea de su campaña:, el ataque a los republicanos. Parece que Clinton no va a perder demasiado tiempo con sus oponentes demócratas a los que aventaja por más de 50 puntos, así que dedica sus dardos a los que, de vencer esas primarias, serán sus oponentes republicanos.

Se presentó como una defensora de la clase media y prometió el fin de los privilegios especiales para los más ricos.

En lo que fue la mejor parte de su discurso, habló de su madre Dorothy, que no pudo ir a la universidad pero sí pudo ver cómo iba su hija. Y se llevó atronadores aplausos como cuando dijo que admiraba a tres presidentes: Roosevelt, Obama y Bill Clinton, su marido que, junto a su hija Chelsea, le acompañaba en el mitin en la isla de Roosevelt con los rascacielos de Manhattan de fondo.