Valls se afianza como el favorito al Elíseo en el 2017

fernando iturribarría PARÍS / COLPISA

INTERNACIONAL

JEAN-PIERRE MULLER | AFP

El primer ministro aseguró que espera que España y Portugal se sumen a un proyecto de Europa socialdemócrata

07 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El primer ministro francés, Manuel Valls, expresó ayer su confianza en que España y Portugal se sumen pronto a Francia en la redefinición socialdemócrata del proyecto europeo con la llegada de sus correligionarios socialistas al poder, a pesar de la emergencia de nuevas fuerzas de izquierda del estilo Podemos.

Valls, que se reafirmó en el 77º congreso del Partido Socialista (PS) francés como candidato preferido a la presidencia del país en el 2017, conquistó a los 3.500 delegados con la defensa de su política reformista -un homenaje vibrante al presidente François Hollande- y duros ataques al líder de la oposición conservadora Nicolas Sarkozy, «un problema para el país».

En este encuentro, los socialistas galos inauguran la era Valls y se rinden al pragmatismo reformador de un político que no hace tanto tiempo era denostado por unas posiciones asimiladas al liberalismo. Apenas representaba el 5% de la militancia, diagnosticaba la muerte de su formación y llegaba a propugnar el cambio de su nombre. En un esperado discurso de casi una hora de duración, interrumpido a menudo por cerradas ovaciones, el gobernante ejecutor del reformismo socialdemócrata de Hollande entonó un himno de amor a sus camaradas y les invitó a «estar orgullosos de ser de izquierdas». «Amo a los socialistas y sé lo que os debo», proclamó antes de rectificar su caduco diagnóstico forense: «No, el PS no está muerto».

En el plano europeo, Valls apeló a construir una comunidad de países que armonice su acción económica, fiscal y social para avanzar juntos. «Escucho lo que se dice sobre otras izquierdas que surgen, pero nosotros tenemos una vía esencial e importante que es la vía de los socialdemócratas europeos», dijo en un desmarque de alternativas como Podemos o Syriza. «Espero que en primer lugar en Portugal y España los socialistas ganen el poder para gobernar e incorporarse a la vía de Francia para una Europa del crecimiento y la prosperidad», deseó.

El primer ministro puso al auditorio en pie al instarle a enorgullecerse de un Hollande que «encarna con valor la voz de Francia» y que es «un gran presidente de la República». Además le garantizó su «lealtad inquebrantable» y prometió que no protagonizaría una «aventura personal» cuando las encuestas le colocan como el preferido de los simpatizantes socialistas para asumir la candidatura de la izquierda en las elecciones presidenciales del año 2017.

Valls reiteró que el descenso del paro, que no ha cesado de aumentar desde el inicio del mandato de Hollande en el 2012, es la principal prioridad gubernamental. «Respetaremos ese compromiso y ganaremos ese desafío. Por tanto, seguiremos reformando. No habrá pausa. Para amplificar el crecimiento, para más empleo», declaró.