Putin declara secreto de Estado las bajas militares en tiempos de paz

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

SERGEI KARPUKHIN

La decisión se interpreta como una forma de acallar a los que acusan a Rusia de participar con soldados y armas en el conflicto separatista del este de Ucrania

29 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente Vladimir Putin firmó ayer un decreto que declara secreto de Estado las bajas de militares durante operaciones especiales en tiempos de paz. La decisión se interpreta como una forma de acallar a los que acusan a Rusia de participar con soldados y armas en el conflicto separatista del este de Ucrania, injerencia que insiste en negar.

Hasta ahora solo las bajas en tiempos de guerra eran consideradas secreto de Estado. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, no dio ayer una explicación sobre el cambio, el primero de este tipo en 20 años. Quien incumpla la nueva normativa se enfrenta hasta siete años de cárcel.

Denuncias

El decreto llega dos semanas después de la publicación del informe elaborado Boris Nemtsov, el opositor asesinado en febrero, en el que se denuncia la muerte de al menos 220 militares rusos en el conflicto en las regiones de Donetsk y Lugansk. El informe también certifica que Moscú ha gastado más de 53.000 millones de rublos (928 millones de euros) en equipar y armar a los separatistas.

El movimiento de Putin se produce además en medio del temor de una nueva ofensiva de los separatistas ucranianos. Según la agencia Reuters, el Ejército de Rusia está concentrado tropas y armamento -lanzacohetes móvil, tanques y artillería- en una base provisional en Kuzminsky, cerca de la frontera con Ucrania.

La oposición y las madres de soldados, así como algunos medios, informan habitualmente de los miembros del Ejército ruso que pierden la vida en el conflicto en Ucrania. También han dado cuenta de entierros secretos para ocultar a los caídos en Ucrania. La nueva normativa frena cualquier intento de esclarecer esas muertes. Alexéi Navalni, enemigo acérrimo de Putin, declaró con ironía: «Dejemos morir a los soldados y dejemos seguir callados a sus seres queridos. Quienes no estén de acuerdo que vayan presos por espionaje».