Revuelta interna en el Likud en el cuarto Gobierno de Netanyahu

M. a. JERUSALÉN / COLPISA

INTERNACIONAL

Una de las ministras más polémicas será Ayelet Shaked, quien en la guerra del verano hizo un llamamiento a matar a las madres palestinas

15 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Ganar las elecciones fue más sencillo para Benjamín Netanyahu que formar Gobierno. Necesitó dos meses de negociaciones para lograr las alianzas con otras cuatro formaciones (el ultranacionalista Hogar Judío, los ultraortodoxos, Judaísmo Unido del Pentateuco y Shas, y Kulanu, de centro derecha) para llegar a los 61 de los 120 diputados y, cuando todo parecía listo, se retrasó dos horas la sesión parlamentaria para presentar el nuevo Gabinete por problemas en el seno del Likud en el reparto de carteras. El codiciado asiento de Exteriores queda en manos de Netanyahu, que también se reserva Comunicaciones, un movimiento que, según los analistas israelíes, es un gesto hacia Isaac Herzog, líder de la oposición, con quien contaría para formar un Gobierno de unidad nacional a lo largo de la legislatura. Esta decisión le ha costado el enfado del exministro de Inteligencia, Gilad Erdan. Se mantiene el arquitecto de la última guerra en Gaza, Moshe Yaalon, al frente de Defensa. Las concesiones a los socios fueron muy criticadas desde el Likud. Una de las ministras más polémicas será Ayelet Shaked (Hogar Judío), responsable de Justicia, quien en la guerra del verano hizo un llamamiento a matar a las madres palestinas.