Informe de AI: un país «lleno de crueldad»

c.?o. redacción / la voz

INTERNACIONAL

11 may 2015 . Actualizado a las 23:28 h.

Libia está llena de crueldad: historias de secuestros, violencia sexual y abuso de inmigrantes y refugiados es el título del informe de Amnistía Internacional que describe el horror que sufren quienes tratan de saltar desde este país del norte de África a Europa en busca de una vida mejor. No cabe todo en el largo título: explotación laboral, persecución religiosa, robos, extorsiones y agresiones de los traficantes y de otros delincuentes también entran en el cóctel de sufrimiento que cuesta el incierto pasaje a Europa. El caldo de cultivo, la «anarquía reinante» y los «conflictos armados», según Philip Luther, director del Programa Regional para Oriente Próximo y el Norte de África de AI.

La responsabilidad, de la indiferencia con que los líderes de la comunidad internacional contemplan el caos en que ha caído Libia tras la campaña de la OTAN del 2011, donde desde entonces «las milicias y los grupos armados actúan sin cortapisas», según Luther. Una impasibilidad que tendrá como consecuencia un mayor flujo de refugiados e inmigrantes, que, al no disponer de vías legales para escapar del conflicto, optan por ponerse en manos de los traficantes, que «los extorsionan, los someten a abusos y los agreden sin piedad», explica el informe.

La situación en Libia ha empujado a embarcarse incluso a comunidades estables de emigrantes que llevaban tiempo viviendo y trabajando en Libia, que durante muchos años ha sido tanto destino como lugar de paso para subsaharianos y habitantes de Oriente Próximo que huían de la pobreza, de los conflictos o de la persecución. Muchos escapan de los centros de detención para inmigrantes, donde, niños y niñas también, viven indefinidamente recluidos en condiciones deplorables, por lo que AI pide a las autoridades el fin inmediato de la «reclusión sistemática». El informe califica de «peligro especial» el que corren los cristianos.

La organización saluda el compromiso de la UE de dedicar más recursos al Mediterráneo, aunque señala que no pondrá fin al tráfico de personas mientras no se faciliten «rutas seguras» a quienes están desesperados por salir de Libia, por lo que pide a los países ricos que ofrezcan más posibilidades de reasentamiento a los más vulnerables.