El campo de refugiados de Yarmuk, al borde de una catástrofe humana

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

YOUSSEF KARWASHAN | AFP

La ONU exige la entrada de ayuda para los 18.000 civiles sitiados

07 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En el quinto año de guerra en Siria, los civiles siguen siendo los más castigados por las luchas entre las distintas facciones rebeldes, los islamistas y los soldados de Bachar al Asad. El campo de refugiados palestinos de Yarmuk, devastado por la guerra y el hambre, es el más claro ejemplo. Unos 18.000 civiles -3.500 de ellos niños- permanecen atrapados en los combates que se libran desde el asalto del miércoles a cargo del Estado Islámico. La milicia palestina Aknaf Beit al Maqdis, opuesta al régimen sirio, resiste la embestida de los yihadistas, mientras la aviación de Al Asad arroja contra posiciones rebeldes, pero también contra civiles, los devastadores barriles bomba. Veinte entre el sábado y el domingo, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

En los 2,11 kilómetros cuadrados que ocupa Yarmuk vivían antes de la guerra 160.000 personas, la gran mayoría palestinos que huyeron de sus casas tras la declaración del Estado de Israel en 1948. Todo cambió en diciembre del 2012, cuando se convirtió en el campo de batalla entre los rebeldes y el régimen.

Desde entonces ha estado bajo el asedio y las bombas de Damasco, pero también la represión de las milicias que han usado a los palestinos como escudos humanos para evitar que las fuerzas de Al Asad lanzaran una ofensiva. La imagen de filas y filas interminables de gente demacrada pidiendo un poco de comida fue divulgada por la Unrwa (agencia para los refugiados) hace ahora un año. La invasión del Estado Islámico, que controla el 90 % del barrio, hace que la situación vaya «más allá de lo inhumano», denunció un portavoz de la Unrwa. El Consejo de Seguridad de la ONU, reunido de urgencia, exigió que se permita la entrada de ayuda humanitaria para los civiles. «Desde hace seis días sufrimos escasez de alimentos y de agua», dijo a Efe vía Internet el activista Mohamed Ahmed.

Estratégicamente, la toma de Yarmuk por parte de los yihadistas les da una punta de lanza para entrar en Damasco, ya que se encuentra a ocho kilómetros de la sede del Gobierno de Al Asad.

Liberados 300 civiles kurdos

Los 300 kurdos secuestrados el domingo cerca de Alepo por grupos yihadistas fueron puestos en libertad anoche, según el Partido de la Unión Democrática (PYD), uno de los principales partidos kurdos de Siria. El portavoz del PYD explicó que pedía la liberación de tres de sus combatientes en manos de los milicianos kurdo sirios a cambio de la puesta en libertad de los rehenes.

El papa Francisco pide al mundo que no asista «mudo e inerte» a la persecución de los cristianos

El papa Francisco quiso recordar ayer, lunes de Pascua, la persecución que sufren los cristianos en África y Oriente Medio. Señaló que ahora hay más mártires cristianos que en los primeros siglos y exigió a la comunidad internacional que no «mire hacia otro lado».

«Son nuestros mártires de hoy, son muy numerosos; hasta podemos decir que son más numerosos que en los primeros siglos», ha afirmado. «Reclamo que la comunidad internacional no asista muda e inerte ante tal inaceptable crimen, que constituye una preocupante deriva de los derechos humanos más elementales», alerto ante miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro.

La mayoría cristiana de Kenia celebró la Pascua de luto por la matanza de estudiantes de Garissa por un comando islamista. Mientras, el Estado Islámico dinamitó un nuevo templo cristiano. Se trata de la iglesia de la Virgen María en Tal Nasir de casi un siglo de antigüedad situada en Hasaka, en el noreste de Siria, informó ayer la agencia siria Sana.