Irán apura el tiempo para negociar el pacto nuclear

Mikel Eyestaran JERUSALÉN / COLPISA

INTERNACIONAL

FABRICE COFFRINI | AFP

La falta de confianza es el principal obstáculo para cerrar un acuerdo político que permitiría negociar hasta el 30 de junio los detalles técnicos

31 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La negociación nuclear entre Irán y el grupo de 5+1 formado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridade la ONU (EE.UU., Reino Unido, Francia, China y Rusia), además de Alemania, llega al momento del «sí o el no». A la medianoche de hoy concluye el plazo autoimpuesto y, como hace tres meses en Viena, las mismas diferencias siguen ahora sobre la mesa en Lausana.

Por encima de la letra pequeña, la falta de confianza es el principal obstáculo para cerrar un acuerdo político que permitiría negociar hasta el 30 de junio los detalles técnicos. El reloj avanza y, como en citas anteriores, parece que los diplomáticos apurarán hasta el último segundo.

Por primera vez desde noviembre los ministros de Exteriores se sentaron, pero solo durante una hora. El canciller ruso, Serguéi Lavrov, abandonó Suiza inmediatamente y su portavoz dijo que regresaría hoy «si existe una posibilidad real de acuerdo». La partida del aliado de Teherán rebajó las expectativas de un pacto que no se firmará si no están presentes todos los responsables de Exteriores.

El ministro chino, Wang Yi, aseguró que «las posturas se van acercando» y se mostró «cautamente optimista». Todos los mensajes oficiales fueron en la misma dirección de optimismo por el hecho de que el diálogo sigue abierto, pero con cautela por las diferencias que siguen sobre la mesa. En las últimas horas las filtraciones apuntan a la duración del acuerdo, el levantamiento de las sanciones que la ONU impone desde el 2006 y el mecanismo de garantía y control como los tres puntos en los que iraníes y 5+1 son incapaces de converger.

De igual a igual

De las palabras de los negociadores iraníes se desprende que lo que quieren es hablar de igual a igual y que sus concesiones sean respondidas con la eliminación de todas las sanciones y resoluciones de la ONU «como parte y no como una consecuencia del acuerdo», repitió una vez más el número dos de la delegación, Abas Araghchi.

La duración final del pacto rondaría los diez años, aunque algunos quieran llegar a 15, y debe quedar también clara la capacidad que se dejará a Irán para seguir investigando en los fines civiles al amparo del Tratado de No Proliferación Nuclear.

Los últimos meses de diálogo representan un paréntesis en tres décadas de enfrentamiento político entre Occidente y la república islámica y, aunque la foto de los responsables de Exteriores de Irán, Yavad Zarif, y EE.UU., John Kerry, permitió romper un tabú, el camino para la normalización será largo.

Las voces más radicales de Irán critican el posible pacto porque lo consideran una claudicación ante el «gran Satán». El 5+1, y particularmente Francia, vive bajo la presión de Israel. Benjamín Netanyahu piensa que cualquier entendimiento solo servirá para dar tiempo a Irán en la fabricación de la bomba atómica.