Túnez anuncia la muerte del cerebro del atentado al Museo del Bardo

R. P. REDACCIÓN | LA VOZ

INTERNACIONAL

Miles de tunecinos rechazan el terrorismo, apoyados por líderes europeos

29 mar 2015 . Actualizado a las 23:30 h.

Los tunecinos se echaron ayer a la calle, apoyados por varios dirigentes europeos, para mostrar su unidad contra el terrorismo yihadista que golpeó hace dos semanas el país, dejando 22 muertos, entre ellos 21 turistas extranjeros, en el Museo del Bardo. Horas antes, el Gobierno anunciaba que el cerebro del ataque, junto a otros ocho milicianos, había sido abatido por fuerzas especiales.

Loqman Abu Sajer, emir del grupo yihadista Okba Ibn Naafa, una katiba (brigada) afín a Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI), murió en la operación antiterrorista lanzada la noche del sábado en Sidi Aich, gobernación de Gafsa, donde los servicios secretos localizaron a los terroristas. Abu Sajer, de nacionalidad argelina, formó parte de AQMI en Argelia, de donde huyó para asentarse en las montañas fronterizas con Túnez. Entre los fallecidos también está otro argelino, Naceur Atrim.

Los datos oficiales cifraban en unos 20.000 los manifestantes que participaron en una marcha de tres kilómetros desde el centro de la capital hasta el museo escenario de la barbarie yihadista.

Recuerdo a las 22 víctimas

En muestra de solidaridad, a la manifestación se unieron el presidente francés, polaco y palestino, François Hollande, Bronislaw Komorowski y Mahmud Abás; el primer ministro italiano, Matteo Renzi, y su homólogo argelino, Abdel-Malek Sellal. En representación de España estuvo el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y por Alemania su titular de Interior, Thomas de Maizière. Representantes de países que vieron morir a 21 de sus nacionales en el museo (la última, el sábado, una francesa herida). Entre las víctimas está el matrimonio catalán que celebraban sus bodas de oro. Algunos manifestantes portaban carteles recordando a Antoni Cirera y Dolores Sánchez.

El atentado ha sido un duro golpe para los tunecinos, no solo por el salto cualitativo de la violencia yihadista si no también por el golpe que supone al principal sector que levanta su castigada economía, el turismo. Las cancelaciones de cruceros e instancias elevan aún más el paro.

«El pueblo tunecino ha demostrado que no se dejará intimidar por los terroristas», dijo el presidente tunecino, Beyi Caid Essibsi, ante el museo después de encabezar la marcha de la mano a Hollande. Además de homenajear a las víctimas, los dirigentes extranjeros quisieron respaldar con su presencia las reformas democráticas de Túnez. En concreto François Hollande redobló el compromiso de París con la seguridad de un país «con una trayectoria ejemplar en materia de democracia, pluralismo y defensa de los derechos de las mujeres».

El único partido tunecino que faltó a la cita fue el Frente Nacional de izquierdas, cuarta fuerza en el Parlamento. Sí estuvo el partido islamista Ennahda, al que se le acusa de fomentar el terrorismo por su laxitud al no frenar el avance de los salafistas durante los años que lideró el Gobierno.