Uno de los pilotos salió de la cabina y no pudo volver a entrar justo antes del accidente

La Voz AGENCIAS

INTERNACIONAL

Un helicóptero despega de la base de los equipos de rescate, emplazada en la localidad de Seyne-les-Alpes.
Un helicóptero despega de la base de los equipos de rescate, emplazada en la localidad de Seyne-les-Alpes. Vítor Mejuto | Enviado Especial

Según recoge «The New York Times» citando a fuentes de la investigación, en las grabaciones de una caja negra se escucharía como aporrea la puerta para regresar al habitáculo y nadie responde. La Fiscalía de Marsella confirma que fue el copiloto el que se quedó solo en la cabina y que estaba vivo hasta el momento del choque

26 mar 2015 . Actualizado a las 14:51 h.

La caja negra recuperada -el cockpit voice recorder (CVR)- puede haber empezado a arrojar algo de luz sobre lo sucedido en el vuelo de Germanwing entre Barcelona y Düsseldorf. Según recoge The New York Times citando a una fuente militar que participa en la investigación de la tragedia, en una de las grabaciones se escucha cómo uno de los pilotos abandonaba la cabina y no pudo volver a entrar. Aunque en un principio algunos medios como Le Monde  publicaron que se quedó fuera el copiloto, el fiscal de Marsella, encargado de la investigación del accidente, aseguró este jueves que era el copiloto Andreas Lubitz, de nacionalidad alemana, quien estaba al mando de la aeronave después de que el piloto abandonará la cabina. Todo apunta a que el copiloto, de 28 años, estaba vivo en el momento del choque porque «se le oía respirar». Según los datos revelados por las primeras cajas negras analizadas, en las grabaciones se escucha al piloto llamando a la puerta para que le abrieran.  

Los dos pilotos mantenían una conversación normal en alemán justo antes del accidente, según reveló un oficial militar al diario estadounidense. En un momento dado, el comandante abandona la cabina y, al regresar, no puede abrir la puerta y comienza a aporrearla. «El hombre empieza a golpear ligeramente la puerta, pero no encuentra respuesta. Pasa a golpear más fuerte, pero sigue sin haber respuesta. Nunca hay respuesta», explica esta fuente anónima a The New York Times. «Puedes oír como trata de tirar la puerta abajo», admite y añade que «ya no hay más conversación a partir de ese momento hasta que se estrella».

Esta narración de lo que ocurrió en cabina antes de que el avión se estrellase en los Alpes franceses aporta más interrogantes que respuestas. «No sabemos todavía la razón por la cual el comandante salió. Pero lo seguro es que al final del vuelo, el otro copiloto estaba solo y la puerta no se abría», aseguró esta fuente al rotativo.

Según publicaba ayer el periódico francés Le Monde, era el copiloto el que estaba fuera de la cabina, el que salió y no pudo volver a entrar. Sin embargo se ha confirmado que quien abandonó la cabina era el comandante. 

El grupo alemán Lufthansa, al que pertenece la aerolínea Germanwings, aseguró hoy no poder confirmar la información de que uno de los pilotos del vuelo no se encontraba en la cabina en el momento del accidente. En declaraciones a la agencia de noticias alemana DPA, un portavoz de la compañía aérea dijo «no tener actualmente ninguna información que pueda confirmar el informe del New York Times».

No obstante, la aerolínea se comprometió a recabar toda la información sobre la tragedia, en la que murieron 150 personas, y pidió no dar pábulo a «especulaciones» sobre las causas del accidente del vuelo 9525 entre Barcelona y Düsseldorf.

Otra fuente cercana al caso dijo a la agencia AFP que el copiloto había entrado «recientemente en la compañía», a «finales del 2013», y que contaba «con varios centenares de horas de vuelo». Según esta fuente, no se ha podido precisar su nacionalidad. Por otra parte, el capitán de la aeronave tenía diez años de experiencia en la empresa y más de 6.000 horas de vuelo a sus espaldas.

Sorpresa en Seyne-Les-Alpes

Según informa María Cedrón, la enviada especial de La Voz a la zona de la tragedia, los vecinos de Seyne-Les-Alpes se muestran sorprendidos tras conocerse la exclusiva del New York Times, La gente de la pequeña localidad alpina se hace todo tipo de preguntas sobre lo qué pasó en el avión de Germanwings y sobre la suerte del piloto que supuestamente quedó dentro de la cabina y no abrió la puerta a su compañero. 

Funcionamiento de las cabinas

Tan solo una palanca activada desde dentro de la cabina de los pilotos impide que alguien de la tripulación sea capaz de acceder en caso de emergencia. Desde los atentados del de las Torres Gemelas de Nueva York, Airbus reforzó todas las cabinas de su flota con este sistema. En este vídeo se explica de forma detallada su funcionamiento.

Según los últimos datos oficiales, los investigadores ya estaban trabajando con los datos de la caja negra recuperada, y esperan recuperar una segunda caja que registra los parámetros técnicos. «Las autoridades francesas nos han corroborado que parte de la grabación se puede escuchar» aseguró el presidente Lufthansa en una rueda de presa en la que también afirmó que la aeronave era «técnicamente irreprochable» y los dos pilotos experimentados.

Palabras que confirmó el primer ministro francés, Manuel Valls, que aseguró también que era necesario esperar para poder conocer su contenido. «Entiendo la impaciencia pero hay que esperar algunas horas para poder analizar la caja negra y ver si disponemos de los elementos de lo que pasó en la cabina, porque es la caja negra la que graba las conversaciones entre los pilotos», indicó en una entrevista concedida a la cadena France 3.

La aeronave de la filial de Lufthansa, Germawing, un Airbus 320, no dio señales de alarma a los controladores aéreos. La investigación de la catástrofe puede llevar semanas o meses, según dijeron hoy los encargados de las pesquisas. La tragedia causó la muerte de 150 personas, incluidos 51 españoles y seis miembros de la tripulación.