Santi Nieto: «Aquí a xente é reservada, na tele falan do que pasou, pero na rúa non se escoita nada»

María Hermida
María Hermida RIBEIRA / LA VOZ

INTERNACIONAL

DANI GESTOSO

Este boirense, aficando en Düsseldorf, se marchó hace tres años con su familia a Alemana para curar a su hija

25 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Santi y Chus son un matrimonio de Boiro que lleva tres años viviendo en Düsseldorf. No son unos emigrantes al uso. Se afincaron en Alemania porque allí fue donde encontraron tratamiento y futuro para su pequeña hija Paula, una cría que nació sin hueso sacro y no podía andar. Ayer, posiblemente antes de que ellos se enterasen de lo ocurrido, la madre de Chus ya estaba con la mente en Alemania: «Aínda que sei que non ían viaxar estes días nin nada, púxoseme o corazón nun puño», decía la mujer desde su casa de Boiro.

Ella, consciente de que su hija y su yerno andarían ocupados, aguantó sin llamarles. Santi se enteró del accidente por La Voz. En cuanto supo la noticia, pensó en los amigos gallegos que fueron haciendo en Alemania, por si la desgracia había tocado cerca. Contactó con ellos y, afortunadamente, todos estaban bien. «Algúns xa o sabían. E non coñecen a ninguén que viaxara nese voo, os nosos amigos soen coller outras rutas», decía Santi.

Explicaba este hombre que sigue habiendo muchos gallegos y españoles en la ciudad. Pero que, a su parecer, ya no tienen tantos lazos como antes. Explicaba el caso de la zona donde viven, a las afueras de Düsseldorf: «Aquí había un centro español, onde se reunía a xente da nosa terra, pero desapareceu porque a maioría dos que acudían morreron ou marcharon para España ao xubilarse e agora os máis novos non seguen con ese costume». Aún así, ellos hicieron amigos de Pontevedra y Vigo.

Santi decía que, a pie de calle, en la zona de Düsseldorf donde ellos viven, el de ayer aparentaba ser un día normal. «A xente é reservada, na tele falan do que pasou, pero na rúa non se escoita nada», indicaba. Otra cosa es de puertas adentro. Su mujer, Chus, que trabaja en una empresa de limpieza, sí le contó que ayer «todo o mundo falaba do mesmo, como soe ocorrer con estas catástrofes».