La corrupción entierra la imagen de Rousseff hasta mínimos históricos

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

PAULO WHITAKER

La presidenta lanza una ofensiva para recuperar la iniciativa

19 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno de Brasil trata de recuperar la iniciativa tres días después de que 1,7 millones de manifestantes reclamaran el fin de la impunidad por la corrupción proponiendo un paquete de medidas que pretende dar respuesta al escándalo de sobornos en Petrobras, que hundió hasta el 13 % la popularidad de la presidenta, Dilma Rousseff.

«Somos un Gobierno que no transige con la corrupción y tenemos el compromiso y la obligación de enfrentarnos a la impunidad que la alimenta», dijo la presidenta desde el palacio presidencial de Planalto, en Brasilia, donde reconoció que la sociedad demanda este tipo de medias. «Es coherente con mi vida personal y con mi actuación política», añadió el mismo día que el Tribunal Supremo rechazó una solicitud de diputados opositores para incluirla entre los investigados por el fraude de la petrolera estatal. El juez del alto tribunal que está a cargo de la operación Lava Jato, Teori Zavascki, no aceptó la demanda «por errores técnicos», informa AFP. La demanda fue presentada por miembros del PPS (centro izquierda) y contó con el apoyo del socialdemócrata Aécio Neves, derrotado por Rousseff en las elecciones de octubre por un estrecho margen.

Rousseff anunció ayer diversas medidas que someterá al Congreso con la meta de reforzar la lucha contra la corrupción, un mal infiltrado en la médula de Brasil que, en el caso de la petrolera estatal, ha alcanzado cotas nunca vista, tanto por número de empresarios y políticos ya formalmente imputados como por las ingentes cantidades desviadas en forma de mordidas que fueron a parar, en buena parte, a las arcas de casi todos los partidos políticos. Forman parte de la lista de denunciados por los delitos de corrupción y lavado de dinero 13 senadores, 22 diputados y 2 gobernadores, a los que se unieron esta semana otras 27 personas entre las que se cuenta al tesorero del gobernante Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) João Vaccari Neto.

Aislamiento de la presidenta

«Esto representa otro paso decisivo para ampliar la capacidad del Estado para prevenir y combatir la corrupción», dijo Rousseff, que alcanzó en el sondeo mensual de Datafolha, publicado ayer, un nivel de aprobación del 13 %, el «más alto de un mandatario desde septiembre de 1992», en vísperas del impeachment que obligó a renunciar a Collor de Melo, apuntó el Folha de São Paulo, junto a un rechazo del 62 % a su Gobierno.

La presidenta no ha tenido tregua desde que inició su segundo mandato en enero. El goteo de noticias sobre Petrobras se une a un escenario económico negativo y, según algunos analistas a un aislamiento de la mandataria. Uno de los principales aliados del PT en el Congreso, el PMDB (centro), que preside ambas Cámaras, ya la desafió al liderar la creación de una comisión para investigar el megafraude en la petrolera y rechazar en el Senado un ajuste fiscal para aliviar las cuentas púbicas en el que el Gobierno volcó muchos esfuerzos.

El Supremo rechaza una demanda para investigar a la jefa de Estado