Los laboristas descartan una coalición de Gobierno con los nacionalistas escoceses

Rita Álvarez LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Miliband, a quien las últimas encuestas no quieren un 62 % de los votantes, ha tardado más de diez días en responder a las acusaciones de los conservadores

17 mar 2015 . Actualizado a las 04:00 h.

El líder laborista, Ed Miliband, descartó ayer una coalición con el Partido Nacionalista Escocés de Nicola Sturgeon después de las elecciones generales del próximo 7 de mayo. Miliband, a quien según las últimas encuestas no quieren un 62 % de los votantes, ha tardado más de diez días en responder a las acusaciones de los conservadores indicando que los laboristas podrían formar Gobierno con un partido que pide la ruptura del Reino Unido.

«Los laboristas no vamos a entrar en ningún Gobierno de coalición con el SNP. No habrá ministros del SNP en ningún Gobierno dirigido por mí», dijo Miliband en un mitin en Pudsey, en West Yorkshire, en el que acusó al primer ministro Cameron de intentar asustar a la gente. «Los conservadores, que no han ganado por mayoría en más de 20 años, están ejecutando ahora una campaña engañosa poniendo como base la idea de una coalición laborista-SNP», recalcó Miliband, quien tachó la idea de «tontería».

Sin embargo, pasados unos minutos, la líder escocesa Sturgeon no dudó en decir que su partido se uniría a los laboristas si ello significaba echar a los conservadores del número 10 de Downing Street. «Estas declaraciones no cambian nada. Miliband no descarta un pacto con el SNP, porque él sabe que es imposible llegar a ser primer ministro sin la ayuda de Alex Salmond», remachó un portavoz conservador.

Lo cierto es que los sondeos electorales no dan una victoria suficiente ni a «tories» ni a laboristas, por lo que las quinielas y combinaciones no cesan y ahí es donde el SNP juega una pieza comodín para muchos. Según las últimas encuestas publicadas por The Guardian, los conservadores apenas tienen una ventaja de un punto y se sitúan en un 36% de los votos frente al 35% que tienen los laboristas, mientras que el apoyo a los Liberal Demócratas y a los Verdes ha caído. En concreto, este último partido, liderado por Natalie Bennett, parece haber pagado un precio muy alto por sus desafortunadas actuaciones con la prensa, ya que ha pasado de marcar un 9% en las encuestas en enero al 4% este mes.