El portaviones «De Gaulle» entra en la guerra contra el Estado Islámico

Nicolás Pan-Montojo BURDEOS / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Francia confisca el pasaporte a seis sospechosos de querer unirse a la yihad

24 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Jean-Yves Le Drian, ministro de Defensa francés, aseguró ayer que se inauguraba «una nueva etapa» en la lucha antiterrorista de su país al utilizar por primera vez el portaviones nuclear Charles de Gaulle para atacar posiciones del Estado Islámico (EI) en Irak. Con la entrada de su buque insignia, Francia duplica su número de efectivos en la lucha contra los islamistas radicales y deja clara cuál es su prioridad política, en un día en el que también se retiraron por primera vez los pasaportes a seis presuntos yihadistas que querían viajar a Siria.

El portaviones, que zarpó el pasado 13 de enero del puerto de Toulon y llevaba casi ocho días anclado en aguas del golfo Pérsico, transporta doce cazas Rafale y nueve Super Étendard modernizados, además de un avión de asalto Hawkeye y cuatro helicópteros. Ochos de los cazas ya fueron utilizados ayer mismo para realizar vuelos de reconocimiento y efectuar bombardeos puntuales contra el Estado Islámico para apoyar las posiciones del las tropas kurdas.

Francia lleva desde septiembre realizando estas operaciones desde sus bases en Jordania y Abu Dabi, dentro de la llamada misión Chammal, pero la participación del Charles de Gaulle supone la duplicación de los efectivos y es por tanto considerada como especialmente importante, algo que denotaba ayer la presencia del ministro de Defensa en el portaviones. Para Le Drian, Francia está demostrando una «firmeza total» en la lucha contra el yihadismo internacional y, desde la propia cubierta del barco, aseguró que «la prioridad es acabar con la dinámica de conquista del EI y proteger a las poblaciones locales de las violencias inhumanas que sufren en territorios ocupados por los terroristas».

El Charles de Gaulle participará en los ataques durante ocho semanas, tiempo durante el cual estará escoltado por una fragata antiaérea, la Chevalier Paul, una fragata británica y un submarino de ataque. Durante este tiempo el buque deberá estar coordinado con el portaviones estadounidense Carl Vinson, que se encuentra el mando de la operación naval de la coalición interancional, compuesta por 32 países. Los cazas franceses, sin embargo, limitan sus ataques contra posiciones yihadistas en Irak, ya que París se niega a interferir en la guerra civil siria porque considera que podría reforzar a Bachar al Asad en su lucha contra la rebelión.

Aplicación de la ley

También por vez primera, las autoridades francesas retiraron ayer los pasaportes a seis sospechosos de querer viajar a Siria o Irak para unirse a la yihad. Esta medida se toma en base a la nueva legislación antiterrorista aprobada el pasado noviembre y que tiene como objetivo acabar con las redes encargadas de suministrar reclutas al Estado Islámico.

Según Bernard Cazeneuve, ministro del Interior, estas son las primeras de muchas acciones aún por venir. Su departamento ya tiene en marcha más de cuarenta expedientes de retirada de pasaportes. Según la ley, la policía puede confiscar el pasaporte y el DNI a franceses sospechosos de colaboración con el terrorismo por un período de entre seis meses y dos años.

El Gobierno francés estima que unos 1.400 franceses tienen enlaces con células de reclutamiento de Siria e Irak, de los cuales, alrededor de 400 ya están luchando junto a los yihadistas.

1.600 muertos en los bombardeos

Al menos 1.600 personas murieron y cientos resultaron heridas en los cinco meses de los ataques aéreos de la coalición internacional contra el Estado Islámico y otros grupos extremistas en Siria, según los datos del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH). La gran mayoría de las víctimas son yihadistas -1.465 del EI y 73 del Frente Al Nusra-, pero también hay 62 civiles, entre ellos ocho niños y cinco mujeres, denuncia el OSDH que recopila información de activistas sobre el terreno. Estados Unidos, Baréin, Jordania, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos atacan por aire desde el 23 de septiembre posiciones de los yihadistas en Siria. En Irak los ataques comenzaron seis semanas antes.